Las autoridades de Gambia han anunciado este miércoles el arresto de cuatro militares que planeaban un golpe de Estado para derrocar al presidente, Adama Barrow, al tiempo que han recalcado que hay operaciones en marcha para arrestar a otros tres sospechosos.
El portavoz del Gobierno gambiano, Ebrima Sankareh, ha indicado en un comunicado que “según informes de Inteligencia, algunos soldados del Ejército de Gambia planeaban derrocar el Gobierno democráticamente electo del presidente, Adama Barrow”.
Así, ha indicado que el Alto Mando de las Fuerzas Armadas de Gambia llevó a cabo el martes “una rápida operación militar” que se saldó con el arresto de “cuatro soldados vinculados con este presunto complot para dar un golpe”. “Los soldados detenidos están ayudando a la Policía Militar en sus investigaciones”, ha recalcado.
Sankareh ha destacado que “las investigaciones sobre este asunto continúan y el público será informado de todo acontecimiento según avance la situación”, al tiempo que ha pedido a los gambianos que “continúen con sus actividades normales”. “La situación está bajo total control y no hay necesidad de entrar en pánico”, ha zanjado.
Barrow juró en enero el cargo para un segundo mandato después de que el Tribunal Supremo rechazara a finales de diciembre el recurso presentado por el principal candidato opositor contra los resultados oficiales de las elecciones del 4 de diciembre de 2021.
El presidente logró la reelección a pesar de que eso supuso romper su promesa de estar únicamente tres años en el cargo –que se cumplieron en 2020–, después de alcanzar una polémica alianza con el partido del antiguo dictador Yahya Jamé y después de que algunos aliados se alejaran de su lado para competir contra él.
El mandatario, que se hizo con la victoria en diciembre de 2016 tras presentar su candidatura como independiente con el apoyo de los grupos opositores a Jamé, juró el cargo en enero de 2017 después de que el dictador se marchara al exilio a Guinea Ecuatorial tras rechazar su derrota en un primer momento, lo que derivó en una amenaza de intervención militar por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).