Abierta en Guinea una investigación por presunta malversación contra el expresidente Sékouba Konaté

Las autoridades de Guinea han abierto una investigación contra el expresidente Sékouba Konaté por su presunta responsabilidad en malversación y blanqueo de capitales, en un segundo proceso contra él tras el iniciado por las matanzas del 28 de septiembre de 2009 en la capital, Conakry.

El fiscal Yamoussa Conté ha enviado una carta al Ministerio de Justicia para notificar la apertura de una investigación preliminar contra el general Konaté, quien fue presidente de transición entre 2009 y 2010, en torno a la supuesta malversación de 22 millones de dólares (cerca de 20,7 millones de euros).

Asimismo, hay en marcha una comisión rogatoria internacional contra Konaté, quien vive en Francia, en relación con los procedimientos contra el antiguo jefe de la Guardia Presidencial Aboubacar Diakité por asesinato, muerte, violación y saqueo, según ha recogido el portal guineano de noticias Media Guinée.

Konaté accedió a la Presidencia en diciembre de 2009 después del intento de asesinato de Moussa Dadis Camara, entonces líder de la junta militar creada tras la muerte en 2009 de Lansana Conté. Camara recibió un disparo en la cabeza por parte de Diakité, mientras que Konaté permaneció finalmente como presiente de transición hasta las elecciones de 2010, en las que se impuso Alpha Condé.

Por su parte, Diakité, conocido como ‘Toumba’, fue ayudante de Camara y posteriormente jefe de la Guardia Presidencial, acusada de las matanzas de septiembre de 2009 en el estado 28 de septiembre de Conakry. En este proceso, Camara figura como principal acusado, si bien ha dicho durante el juicio que Condé, Konaté y Diakité estuvieron detrás de las masacres.

Las autoridades de Guinea imputaron a Camara en julio de 2015 por la masacre en el interior del estadio, donde cientos de personas pedían que no participara en los comicios del 11 de octubre en los que competía contra el expresidente de Guinea Alpha Condé. Una comisión de investigación de Naciones Unidas determinó que al menos 156 personas fueron asesinadas y 109 mujeres y niñas violadas y sometidas a otras formas de violencia sexual.

Los sucesos del 28 de septiembre de 2009 son considerados como uno de los peores actos de represión en África Occidental. En la masacre, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra manifestantes que pedían a Dadis Camara que no se presentara a las elecciones de 2010.

 

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