La Argentina se coronó campeón del mundo en Qatar 2022. El épico triunfo 4-2 por penales ante Francia, después del 3 a 3 en tiempo regular, le permitió a Lionel Messi concretar el mayor sueño de su carrera professional: besar y alzar la Copa más deseada con la selección nacional.
Pero al mismo tiempo, el seleccionado albiceleste logró unificar ese título oficial con otro no reconocido por la FIFA, que tiene unas reglas muy particulares. Sí, el equipo conducido por Lionel Scaloni también es el campeón del mundo no oficial.
¿De qué se trata todo esto? Lo que comenzó como una broma cobra fuerza año tras año. Todo arrancó cuando un grupo de fanáticos escoceses, apoyados por algunos periodistas, afirmaron en tono jocoso que, cuando en el Campeonato Británico de 1967 Escocia derrotó a la Inglaterra campeona del mundo un año antes (primera derrota post obtención de la Copa Jules Rimet), la proclamaron campeón del mundo no oficial.
Mucho tiempo después, la locura comenzó a encarrilarse y fundamentarse en 2003. Fue entonces cuando el periodista Paul Brown definió las reglas de la Unofficial Football World Championships (UFWC, campeonato del mundo no oficial), diagramó su árbol genealógico y escribió un artículo en la revista de fútbol FourFourTwo, un libro (en 2011) y creó el sitio web correspondiente., con reglas, ránking y un completo historial de los, hasta el momento, 1007 cruces por el título.
El último fue este domingo, claro. Aunque en realidad, de acuerdo a estas reglas la Argentina ya se había coronado como campeón del mundo no oficial en las semifinales, cuando goleó 3 a 0 a Croacia, que hasta entonces tenía la corona, conseguida ante Dinamarca en el último amistoso previo a la cita en suelo árabe.
De acuerdo a sus normas (muy similares a las que utiliza el boxeo profesional), la corona no está directamente relacionada con el éxito de un seleccionado en una Copa del Mundo de la FIFA, sino que pasa de un equipo nacional a otro en cruces oficiales mano a mano. Aunque si un campeón no oficial vigente participa de un Mundial y queda eliminado, el nuevo campeón no oficial es el mismo que el que gane la competencia reconocida por la FIFA.
Con una curiosidad: ningún seleccionado que participó de un Mundial de la FIFA como campeón del mundo no oficial logró mantener la corona después de esa competencia.
En este sentido, y con estas reglas, el próximo encuentro en el que esté en juego el título de campeón del mundo no oficial será en la fecha FIFA de marzo de 2023, cuando la selección albiceleste estrene su parche de campeón del mundo de manera oficial ante un rival todavía desconocido, que lógicamente no le arrebatará la Copa del mundo, pero sí será su primer contendiente en la competencia no oficial.
El primer partido oficial de la historia del fútbol: Inglaterra vs. Escocia. Fue en 1872 e igualaron 0 a 0.
El primer campeón del mundo no oficial
De acuerdo a sus normas, el primer campeón mundial de fútbol no oficial fue Inglaterra, que en 1873 derrotó 4 a 2 a Escocia, en el segundo partido oficial de la historia (el primero, un año antes, había culminado 0 a 0). En aquellos inicios, el título se fue repartiendo entre los integrantes de las islas británicas: Gales, Irlanda, Inglaterra y Escocia.
Recién en 1931 un seleccionado no británico logró coronarse: fue Austria, que goleó 5 a 0 a Escocia. Un año más tarde, Inglaterra recuperó el título al ganarle 4 a 3.
La primera vez que un campeón del mundo no oficial participó de un Mundial de la FIFA fue en Brasil 1950. Inglaterra llegó a Brasil con el pecho inflado. Pero sufrió una de las derrotas más humillantes de su historia al perder 1 a 0 contra Estados Unidos. Sin entonces saberlo, el seleccionado norteamericano se convirtió en el primer no europeo campeón del mundo no oficial.
En los siguientes 16 años fueron varios los seleccionados que reinaron. El más curioso: Antillas Holandesas, que en 1963 venció a México 2-1 en un partido por el Campeonato de la CONCACAF y se convirtió en el país más pequeño en consagrarse.
Los últimos 10 partidos por el título de campeón del mundo no oficial
Argentina, potencia
La Argentina es uno de los seleccionados más destacados en esta curiosa manera de reconocer a los campeones del mundo no oficiales.
Se ubica en el tercer lugar del ranking histórico, solo por detrás de Escocia e Inglaterra, y se coronó en varias ocasiones. La primera fue en 1955, cuando derrotó a Paraguay 5 a 3. Ese mismo año cedió la corona frente a Chile, pero la recuperó en 1956. Volvió a ser campeón en el 57, 58, 59 y 60.
Recién pudo volver a consagrarse 16 años más tarde, cuando levantó de local la Copa FIFA por primera vez, en 1978. Italia se la arrebató en 1979.
En 1986 volvió a unificar títulos, después del 3 a 2 sobre Alemania Federal en la final de México. En su primera defensa cayó 3 a 1 ante Italia, un año más tarde.
En los 90, Argentina fue campeón del mundo no oficial en 1992 y en 1993, cuando tuvo su mejor racha de defensas de la corona: 10 triunfos seguidos antes del tropiezo con Colombia (1-2) en las Eliminatorias rumbo a Estados Unidos 1994.
El histórico triunfo en el Maracaná en 1998 (1 a 0, gol de Claudio López) le permitió recuperar ese título paralelo. Y otra vez vino otra muy buena racha: 8 triunfos seguidos antes de caer con países Bajos en el Mundial de Francia.
De manera inesperada, el conjunto albiceleste tuvo la posibilidad de recuperar la corona en 2010. Y no la desaprovechó. El 7 de septiembre goleó 4 a 1 a España, flamante campeón de la Copa FIFA, en el Monumental. Pero el asunto duró poco: un mes más tarde cayó 1 a 0 con Japón.
En la última década, la Argentina volvió a campeón del mundo no oficial en 2013. Después de un 3 a 2 sobre Suecia como visitante, encadenó 8 defensas exitosas, hasta una caída 3 a 2 sobre Uruguay en octubre. También fue dueño de esta corona en 2015, que resignó ante Chile en la final de la Copa América, y no pudo arrebatársela un año más tarde, en la siguiente final continental. Desde entonces, volvió a tener una sola oportunidad, que malogró al igualar 0 a 0 con Perú, en octubre de 2017.
El UFWC no está homologado por la FIFA ni tiene ningún tipo de respaldo oficial. Hasta el momento, el ganador solo recibe un trofeo virtual: la Copa Charles William Alcock, que lleva su nombre por haber sido uno de los principales impulsores del desarrollo del fútbol internacional, como secretario de la FA (Asociación Inglesa de Fútbol).