El Gobierno de México ha instado este martes a su embajador en Perú, Pablo Monroy, a regresar a su país para resguardar su seguridad, después de que el Ejecutivo peruano le expulsase “por injerencia”.
“La secretaría de Relaciones Exteriores ha instruido al embajador Pablo Monroy Conesa a regresar a México con el fin de resguardar su seguridad e integridad física”, reza un comunicado del Ministerio de Exteriores mexicano, que ha señalado que la Embajada quedará a cargo de la primera secretaria Karla Tatiana Ornelas Loera.
Tras ello, la oficina de la Diplomacia de México ha indicado que su “representación continuará operando con normalidad tras este movimiento”.
Además, el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, ha calificado la decisión de Perú de “infundada y reprobable”: “La conducta de nuestro embajador ha estado apegada a derecho y al principio de no intervención. México no variará su posición”, ha hecho saber a través de un mensaje en su perfil de Twitter.
“México cree firmemente en el diálogo y seguirá manteniendo los canales de comunicación abiertos con todos los interlocutores, especialmente para atender las necesidades de los mexicanos avecindados en Perú”, zanja la misiva de la cartera ministerial.
La ministra de Exteriores peruana, Ana Cecilia Gervasi, declaró este martes persona ‘non grata’ a Monroy, instando a que salga del territorio nacional en un plazo de tres días, justificando la decisión en “las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país sobre la situación política en Perú”.
“Tales expresiones constituyen una injerencia en los asuntos internos del país y, por ende, son violatorias del principio de no intervención”, reza un comunicado de la cartera ministerial.
El Ejecutivo mexicano otorgó asilo político a algunos familiares del expresidente peruano, Pedro Castillo, en la Embajada mexicana en Lima. Este martes, las autoridades peruanas confirmaron su decisión de proporcionar un salvoconducto a la mujer e hijos del exmandatario con el fin de que puedan viajar a México.
Ya el lunes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su país tiene “las puertas abiertas” para Pedro Castillo, para su familia y para “todos los que se sientan acosados y perseguidos” en Perú.