Protestas en perú dejan atrapados a turistas enfermos y hambrientos en paraje remoto

Por Brendan O’Boyle y Mariana Sandoval

15 dic (Reuters) – Las protestas desencadenadas por la
creciente crisis política que está teniendo lugar en Perú han
dejado varados a decenas de turistas, incluidos niños, en un
remoto pueblo de montaña durante más de 48 horas mientras los
lugareños rechazan el darles paso a Bolivia, dijo a Reuters un
miembro del grupo.

Alrededor de seis autobuses y 60 personas quedaron varados
en la madrugada del 13 de diciembre en la ciudad andina de
Checacupe, en la región peruana de Cusco, dijo Wilmaris
Villarroel, una alpinista costarricense-venezolana cuyo autobús
fue detenido de camino a La Paz, Bolivia.

La destitución del expresidente Pedro Castillo el 7 de
diciembre ha desencadenado mortales protestas en todo Perú, así
como cortes de carreteras y trenes, que han llevado al gobierno
de Dina Boluarte a decretar el “estado de emergencia” y han
dejado estancados a cientos de turistas en las ruinas peruanas
de Machu Picchu.

Villarroel dijo a Reuters que los lugareños no permitirían
que el grupo, que según ella incluye a ancianos y niños,
continuara su viaje.

“Lo primero que nos dijeron fue que no podíamos pasar,
(…)y si pasábamos nos iban a quemar vivos”, dijo la alpinista,
aunque Reuters no pudo verificar la afirmación.

Villarroel agregó que los conductores bolivianos de los
autobuses no han querido o no han podido dar la vuelta, que la
presencia policial ha sido mínima, y que sus esfuerzos para
conseguir ayuda de las embajadas extranjeras en Perú no han
tenido éxito.

En un video filmado por Villarroel y verificado por Reuters,
viajeros de Argentina, Chile, Francia, Japón, Inglaterra, Perú y
Estados Unidos piden asistencia internacional.

“Nos han tomado como rehenes en Perú sin comida ni agua”,
dijo una mujer francesa en el video.

Villarroel señaló que el grupo cuenta con poco dinero
efectivo y los lugareños se han resistido a venderles víveres,
dejándolos hambrientos y deshidratados, y que además varias
personas se enfermaron al verse obligados a dormir en autobuses
con baños que ya no funcionan.

“No tenemos culpa alguna de lo que está pasando en el país”,
dijo Willarroel a Reuters. “Es un país hermoso y nosotros
simplemente lo que queremos es continuar camino”.
(Reporte de Brendan O’Boyle y Mariana Sandoval; editado en
español por Aida Peláez-Fernández)

 

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