Alberto Fernández criticó a la oposición por la parálisis del Congreso y dijo que se pondrá al frente de la campaña electoral para retener el poder en 2023

Ya pasaron tres años desde que comenzó su gestión como presidente de la Nación y Alberto Fernández celebra hoy ese período de gobierno en el Parque Colón, ubicado en la parte posterior de la Casa Rosada. Como único orador y ante una audiencia donde no estuvieron sus dos socios en la cúpula de la coalición: la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa, realizó un repaso por las políticas públicas que implementó en estos 36 meses frente al Ejecutivo, en un intento de destacar los logros de su administración. También -entre críticas a la oposición, a los medios y a quienes critican su liderazgo- intentó posicionarse como quien tomará el mando del Frente de Todos de cara al armado para 2023.

“Les garantizo a todos que me voy a poner al frente de todos nosotros, sin exclusión. Me voy a poner al frente para que en diciembre de 2023 el presidente o la presidenta que asuma sea uno de nosotros”, aseveró Fernández y agregó, en un dardo hacia Juntos por el Cambio: “No voy a permitir que otra vez los que han entregado el país, los que lo han puesto de rodillas, vuelvan a querer hacerse cargo de la Argentina que solo le sirve a pocos”.

Después siguió con los mensajes para el frente interno. “Les garantizo que voy a ponerme al frente para ordenar nuestra fuerza, para que a todos incluya y a nadie excluya. Donde todos tengamos lugar, donde todos somos necesarios. Voy a ser el más solidario con los compañeros y compañeras injustamente perseguidos y ponerme al frente del reclamo de libertad de los que están siendo injustamente perseguidos”, sostuvo Fernández.

Y pese a que evitó así aventurar si será candidato en 2023 -algo que sí había afirmado en otras oportunidades, pero que en el último tiempo maneja con mesura-, arengó: “Empezamos el cuarto año, transitémoslo con mucha fuerza. Vamos a ganar, unidos y por el bien de la Argentina”.

En una búsqueda constante de reafirmar su rol como conductor del espacio, antes también le había enviado un mensaje a quienes cuestionan sus formas. “Muchos dicen que soy un presidente timorato, un presidente que no ejerce el liderazgo como a algunos le gusta. Los liderazgos no se ejercen ni gritando, ni golpeando la mesa, sino convenciendo a todos de cuál es el camino a seguir y logrando que todos nos sigan”, planteó.

Incluso expresó que “los líderes no están un escalón más arriba que su pueblo”, sino que están junto a él. “Creo en ese liderazgo porque soy un hijo de la democracia”, sostuvo y acotó: “Podrán tildarme de timorato, cobarde, débil, que no grito. Yo que soy un hijo de la democracia sé que los gritos sirven de poco y el diálogo sirve mucho más. Yo dialogo donde corresponde, con los trabajadores, los empresarios y los actores civiles. Me encantaría dialogar con la oposición en el Congreso si alguna vez pensara más en la Argentina que en sus posibilidades electorales”.

El Presidente también tuvo un momento en el que cuestionó a Mauricio Macri, que está en Qatar en su rol de titular de la Fundación FIFA. “Escucho un expresidente dando conferencias, diciendo que la Argentina es el país de 70 años de frustración, eso no es la Argentina”, indicó Fernández, quien recalcó la salud pública, la educación y los derechos laborales en el país. “Eso es la Argentina, eh. Es la Argentina que crece, donde los inversores privados apuestan al crecimiento, ganan plata, pagan sus impuestos y crecen”, marcó.

En su discurso también ponderó las políticas que emergieron del Ejecutivo. “Tal vez en estos tres años hicimos muchas más cosas de las que somos capaces de ver”, deslizó, para luego adentrarse en fuertes críticas a parte de la prensa. “Hemos atravesado tormentas, de las peores, y hemos podido superarlas. En cada tormenta siempre hay un punto azul, muchos se encargaron de no mostrarlo. Mostraron lo gris, lo dificultoso, los errores; pero no mostraron nunca lo que fuimos capaces de hacer”, se quejó.

Sobre el escenario, se dispusieron junto a él trabajadores de distintos sectores destacados en este tiempo y beneficiarios de programas estatales. Entonces, Fernández los señaló y expresó: “Acá hay actores centrales de que la Argentina se haya recuperado. No son un invento, no son hologramas. Son personas de carne y hueso. Todas pudieron salir adelante con el esfuerzo propio y un Estado presente que los ayudó a estar de pie y avanzar”.

A ellos los había aplaudido con fuerza unos minutos antes, sentado al lado de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que en el público estuvo junto a funcionarios y dirigentes del Frente de Todos, referentes sindicales y de Derechos Humanos, y parte del Gabinete.

En este tiempo marcado por la pandemia de coronavirus, la guerra en Ucrania, fricciones políticas al interior de la coalición y problemas económicos derivados de una inflación que se espera termine por encima de 100% este año -y con el número de noviembre que se publicará esta tarde-, desde el Gobierno enfatizaron, en un video institucional que reprodujeron al comienzo del encuentro: “Crecimos tres años seguidos”.

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