La mágica jugada de Lionel Messi y el gol de Julián Álvarez para el 3 a 0 de la Argentina sobre Croacia

Lionel Messi se tomó una, dos, tres, cuatro veces el isquiotibial izquierdo. La última fue a la vista del mundo, con las cámaras enfocándolo antes de que sacara del medio para iniciar el segundo tiempo. Las alarmas estaban listas para sonar. La posibilidad de que se lesionara estuvo latente en todo momento durante la semifinal de la Argentina contra Croacia por el Mundial Qatar 2022. No se sabe cuán molesta y riesgoso era, pero la dolencia estaba había.

Sea como fuere, el 10 metió la mano en su galera y sacó otro conejo. Uno más, de tantos que aparecieron en sus ya 1002 partidos oficiales. Con el resultado 2 a 0, llegó la frutilla del postre. El moño a un partido casi perfecto. A los 24 minutos del segundo tiempo, el crack rosarino seguía el recorrido del balón bien pegado al lateral derecho, un metro por detrás de la línea del mediocampo. La presión de Julián Álvarez consiguió el recupero número mil de la tarde.

Una toma de la platea en el medio de la cancha

by far the best video i’ve ever taken #messi pic.twitter.com/vJglh088Dr

— Connor Kalopsis (@ConnorKalopsis) December 13, 2022

Allí estaba Messi. Primeramente, para evitar que se vaya al lateral. Y después, para encarar al grandote Joško Gvardiol, que con ese nombre, esa máscara y sus 1,85 metros de altura se asemeja más a un villano de alguna serie de superhéroes que a un futbolista.

Al primer “tac” de zurda siguieron otros siete toques. Uno de ellos, con la derecha. Y todo eso, a velocidad plena. Porque, como alguna vez dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano, “Messi no la tiene atada al pie, sino que la tiene adentro del pie. Por eso no se la pueden sacar”.

Dejan Lovren amagó ir a cruzarlo, pero luego volvió a su posición para evitar lo inevitable. Haciendo equilibro sobre la puerta del área, casi en línea con el área chica, llegaron un golpecito de zurda para alejar de Gvardiol la pelota y la pausa, necesaria para tomar aire. Pero también para permitir que los atentos alertaran a los distraídos: “¡Mirá lo que está haciendo Messi!”.

El mejor plano al ras de la cancha

Mateo Kovačić se arrimó casi como para disfrutar de cerca la genialidad en el fútbol. Y entonces Leo hizo una suerte de calesita y arrancó hacia adentro. Gvardiol se quedó bailando al ritmo de la Pulga. Dos toques más de balón fueron suficientes para que el número 20 croata viera desde atrás, y de cerca, el 10 tatuado sobre la camiseta celeste y blanca.

El centro atrás fue de derecha, para que solamente tuviera que empujar la pelota al fondo de la red… ¡Julián Álvarez!, que había ganado la jugada aérea inicial y acompañado al capitán como los goleadores saben hacerlo.

El grito de gol en realidad no existió. Sólo hubo risas cómplices. El “viejo” de 35 años alzó los brazos para celebrar con el público, y de inmediato giró para darle un abrazo fuerte al pibe de 22.

La toma de la televisación oficial

🐐 ¿Pero qué haces, Messi?

El 10 dejó sin cadera a Gvardiol y el 9, Julián Álvarez, la araña que pica, definió.

⏱️ 68′ #ARG 3 – 0 #HRV

¡Vive #CatarEnDIRECTV por DSPORTS y @DGO_Latam! pic.twitter.com/DWWlNi4f6v

— DSports (@DSports) December 13, 2022

La dupla letal de la Argentina, que el domingo intentará levantar por tercera vez la Copa del Mundo, acumula hasta el momento 9 goles. Cinco fueron del rosarino (con tres penales) y cuatro del cordobés.

Entre los dos marcaron 75 por ciento del total de 12 conquistas albicelestes en Qatar. Los otros tres fueron de Enzo Fernández (a México), Alexis Mac Allister (a Polonia) y Nahuel Molina (a Países Bajos).

Dicen que Messi estaba lesionado. A punto de pedir el cambio. Aun si es cierto, nada de eso se evidenció en esa jugada a toda velocidad por la derecha, que sentenció la goleada sobre Croacia y la clasificación para la final del mundo.

 

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