En una reedición de las Finales de la NBA de la temporada pasada, los Golden State Warriors se impusieron este sábado a los Celtics y, con una dupla formidable compuesta por Stephen Curry y Klay Thompson, frustraron la venganza de Boston (123-107).
Los Warriors sumaron en junio su cuarto anillo en ocho años al someter a los Celtics en las Finales por 4-2.
Totalmente recuperado de aquella decepción, Boston llegó este sábado a San Francisco como el mejor equipo de este curso, con 8 victorias en sus últimos 10 partidos (incluida la paliza del jueves por 98-125 a los Phoenix Suns) y en una situación óptima para tomarse la revancha ante Golden State.
Sin embargo, estos Warriors irregulares y con notables dudas hasta el momento ofrecieron su mejor versión en ataque y defensa y dominaron a los Celtics de principio a fin.
Los “Splash Brothers” volvieron a ser una pesadilla para Boston.
Thompson, que además destacó en su defensa Jayson Tatum, brilló con 34 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias y Curry no se quedó atrás con 32 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.
Golden State (14-13) metió el 51,1 % de sus tiros, controló la batalla por el rebote (53 por 39) y fue el primer equipo del Oeste en derrotar a Boston esta temporada.
En una noche difícil y lejos de su mejor nivel, los Celtics (21-6) contaron como faro con Jaylen Brown (31 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias) mientras que Tatum tuvo una actuación gris (18 puntos con 6 de 21 en tiros, 7 rebotes y 2 asistencias).
Ambos equipos tuvieron ausencias importantes: el dominicano Al Horford no jugó en los Celtics por el protocolo de coronavirus y Andrew Wiggins no estuvo con los Warriors por lesión.
Letales Thompson y Curry
Conscientes del huracán ofensivo que han desplegado los Celtics en estos dos primeros meses de competición, los Warriors se presentaron en el arranque con disciplina y buena actitud en defensa.
Eso frenó a Tatum, muy discreto en el primer cuarto (2 puntos con 1 de 6 en tiros).
Quien sí deslumbró en el arranque fue Thompson, muy agresivo y que impulsó a los Warriors con 12 puntos antes de que Curry cerrara sobre la bocina el sólido comienzo de Golden State con un triple lejanísimo a un paso del logo y que celebró de espaldas antes de que entrara (33-25).
El banquillo local, con bastantes agujeros este año, respondió en el segundo periodo manteniendo la intensidad y el colmillo ante unos Celtics desubicados.
Malcolm Brogdon (14 puntos al descanso) tomó en los visitantes la iniciativa ante un Tatum extrañamente desacertado.
Los Warriors alcanzaron el +11 con Jordan Poole al mando, pero un parcial de 0-6 coronado por un triple de Brown estrechó la diferencia (44-39 con 7.10 por jugarse).
El regreso de Curry reactivó a los de Steve Kerr y el genial base se lució con un tres más uno marca de la casa.
Aun así, el hombre clave de Golden State en la primera parte fue un Thompson fabuloso con 24 puntos y que ofreció unas magníficas sensaciones en el tiro (10 de 17).
Boston no estuvo nada cómodo en los dos primeros cuartos, pero un par de contraataques con Brown al timón (16 puntos) les permitieron llegar al descanso solo 5 tantos abajo (68-63).
Tatum regresó del vestuario con energías renovadas pero a los Celtics les faltaba un punto extra de acierto para equilibrar el marcador.
En cambio, los Warriors seguían viviendo plácidamente del acierto en el perímetro de Curry y Thompson y de los contraataques cuando Boston descuidaba el balance defensivo.
Así, y con algunos destellos de baloncesto explosivo y vibrante, Golden State llegaron a tener un +14 que era la mayor ventaja de la velada hasta entonces.
Con 95-83 antes de empezar el último cuarto, los Celtics necesitaban una reacción urgente y furiosa en el desenlace si querían optar a una remontada que parecía muy complicada.
Pero los de Joe Mazzulla, pese a un parcial de 2-11 que les situó con -8, no consiguieron cambiar la dinámica del encuentro y los Warriors finiquitaron el triunfo con Jonathan Kuminga presumiendo de músculo en el cuarto periodo y Curry poniendo el broche desde el triple.