Marruecos se ha convertido en el ‘matagigantes’ del Mundial de Qatar 2022. Tras dejar a Bélgica en la cuneta en la primera fase, España y Portugal fueron los siguientes en caer. Un solitario gol de En Nesyiri y su muro defensivo les permitió hacer historia para ser la primera selección africana que se cuela en unas semifinales de la Copa del Mundo y, probablemente, poner fin al ciclo internacional de Cristiano Ronaldo.
El plan de partido fue el previsto. Los marroquíes encerrados y buscando la contra, mientras los lusos buscaban huecos imposibles. Con Cristiano Ronaldo otra vez en el banquillo, Joao Félix fue la principal fuente para desatascar la situación.
Las tres grandes ocasiones portuguesas en el primer tiempo llegaron a través del delantero rojiblanco. Portugal daba la impresión de ser superior, pero cada pérdida era penalizada con un contragolpe peligroso.Amallah entraba como un cuchillo desde atrás y En Nesyiri era una amenaza continua. Boufal, igual que ocurrió ante la Roja, también era un incordio cuando arrancaba.
Cantada de Diogo Costa
En este contexto, antes de llegar al descanso se desató la tormenta. En Nesiry se anticipó a Diogo Costa en una mala salida del portero y cabecó un centro a la red para poner por delante a Marruecos. Locura en las gradas y a Portugal le quedaba el gran reto de remontar.
Bruno Fernandes acarició la igualada con un disparo que se sacó de la chistera y repelió el larguero. También sufrió un empujón en el área que el árbitro no consideró penalti, mientras que los norteafricanos, ya en el descuento, vieron como Attiat-Allah fallaba solo ante Diogo Costa.
El asedio de Portugal fue brutal tras la reanudación. Tras otro error de Digoo Costa que casi cuesta el segundo gol, solo hubo un dominador. Fernando Santos quemó sus cartas con la entarda de Cristiano y Cancelo.
Gonçalo Ramos quedó más liberado y, de cabeza, estuvo cerca de empatar. Bruno Fernandes sacó otra vez su fusil sin fortuna.
Toda la artillería lusa
Rafael Leao aportó aún mayor potencia por la banda, pero no habia manera. Cristiano ni la olía y Marruecos resistía sin recibir excesivas ocasiones.
El talento individual era básico y Joao Félix se sacó un zapatazo ante el que Bono voló para impedir el gol. Portugal se desesperaba viendo que las semifinales se alejaban.
Cristiano Ronaldo tuvo su primera aparición en el tiempo de descuento, pero Bono volvió a ser providencial. Cheddita vio la segunda tarjeta amarilla y Marruecos se quedó con diez para hacer más heroico el desenlace.
Aboukhal falló un mano a mano para sentenciar, mientras que Pepe tuvo en su cabeza la opción de forzar la prórroga que nunca llegó.