El Mónaco rompió la racha de victorias del Real Madrid en Euroliga al imponerse en la prórroga por 94-95, en un tenso y disputado partido en el que Mike James demostró su calidad, acompañado de Jordan Loyd.
Con Alberto Abalde como protagonista inesperado, con sus dos triples iniciales y 3 de 4 al final del primer acto, el Madrid tardó en tomar el pulso al partido, mientras que Jordan Loyd y Mike James dejaron claro desde el principio que son dos de los pistoleros más rápidos de la Euroliga.
Sólo al final del primer cuarto, que finalizó con 23-17, pudo despegarse el Madrid en el marcador, gracias a la buena defensa de Adalde sobre James, al esfuerzo del resto en las ayudas y al habitual dominio de Walter Tavares.
El Mónaco salió más enchufado en el segundo cuarto y un 0-6 de salida igualó el luminoso, 23-23. Donatas Motejiunas superó en los dos primeros choques directos a Vincent Poirier, pero el francés apretó los dientes y se resarció con posterioridad.
Con los cambios, el Madrid demostró tener mejor fondo de armario y poco a poco fue abriendo brecha hasta alcanzar los diez puntos de ventaja, 38-28 (min. 15.30), con un Sergio Llull entonado.
A partir de ahí el equipo español bajó un poco el ritmo y el Mónaco, apostando por quintetos ‘pequeños’ fue incomodando la defensa de los locales, con un James que volvió a las andadas y con 14 puntos fue el máximo anotador del partido al descanso.
El equipo monegasco demostró que su presencia en la parte alta de la clasificación, empatado con el Madrid a ocho victorias, no era fruto de la casualidad y puso tanta o más energía en la pista que su rival, tanta o más rapidez y tanta o más facilidad para el contraataque.
Al final, la ventaja madridista se fue diluyendo hasta el 48-45 con el que los equipos se fueron al vestuario.
Loyd con un 2+1 y un triple igualó el partido, 51-51, y James se encargó de volver a poner al mónaco al frente en el marcador, 51-52 (m.22).
Con la defensa incentivada por el marcador, el Madrid apretó los dientes e intentó meter una velocidad más en ataque, pero el Mónaco aceptó el envite con James de líder, 57-58 (m.25) y una defensa rayando en la legalidad.
La falta de un anotador en el Real Madrid, ya que Dzanan Musa no estaba tan acertado como habitualmente, y algunos errores que propiciaron rebotes ofensivos y canastas fáciles monegascas determinaron el 62-65 con el que finalizó el tercer cuarto.
Gerschon Yabusele, que volvió al equipo en lugar de Gabriel Deck (con sobrecarga), descerrajó 5 puntos, triple incluido, en el primer minuto del último cuarto para devolver al Madrid a los mandos del marcador, 67-65.
Una técnica a Mike James, por protestar airadamente, acabó de empujar al graderio para dotar al partido de la tensión que demandaba entre dos de los grandes de Europa a estas alturas de la temporada.
Con James demostrando calidad a espuertas y el despertar de Musa en la anotación, 72-68 (m.33.30) el choque entró en otra fase, en la que cada posesión comenzó a valer su peso en oro.
Dos triples de Llull y Yabusele lanzaron a un Real Madrid, 78-70 (m.35), que sacó la casta de campeón cuando más falta hacía. El Mónaco siguió sin dar un paso atrás y a falta de poco más de tres minutos volvió a acercarse, 81-77.
Loyd con otro triple puso el 86-84 a falta de 38 segundos para el final. El Madrid tiró de experiencia con balones a Tavares y llegó a los últimos segundos con 4 puntos de ventaja, 88-84. Cuando todo parecía decidido James volvió para, en otra genialidad, anotar un triple y el adicional por la falta de Tavares. Con empate a 88 acabaron los 40 minutos reglamentarios.
Tavares volvió a adelantar al Madrid desde la linea de tiros libres, pero los rebotes ofensivos del Mónaco siguieron haciendo mucho daño. La ausencia de Loyd, que salió en camilla pocos segundos antes de llegar al minuto 40, no descompuso al equipo de la roca.
Los tiros de personal pasaron a ser protagonistas y el Mónaco a dominar por 92-95 a falta de cien segundos. Con Tavares y Hezonja eliminados por faltas, el Madrid dispuso de varias ocasiones desde el triple para empatar y Musa puso el 94-95 a falta de 27 segundos.
El marcador ya no se movió, James controló el balón hasta el final.