España pedirá a la UE que pague la mitad del “hidroducto” entre Barcelona y Marsella

Los presidentes de España, Francia y Portugal pondrán de largo este viernes en Alicante el macro proyecto para transportar hidrógeno verde desde la Península al resto de Europa. Un “hidroducto” que tendrá dos tramos: uno por construir, entre Barcelona y Marsella; otro por adaptar y finalizar, entre Celourico da Beira (Portugal) y Zamora. Lo llamarán H2MED (antes conocido como BarMar), y estará listo allá por 2030. Si todo sale como pretenden los tres países, la Unión Europea costeará hasta la mitad de la inversión. Si Bruselas considera el proyecto de interés común —tienen hasta el 15 de diciembre para presentarlo— puede financiar entre un 30% y un 50% del total. Se desconoce de momento el montante total, pero será una cifra elevada por lo complejo del proyecto, según las mismas fuentes del Gobierno. Los medios franceses apuntan a que podría alcanzar los alrededor de 2.000 millones de euros.

Los detalles técnicos se van a dar a conocer a mediodía, tras la reunión formal de los líderes de Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y António Costa. La presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es una buena señal, destacan desde Moncloa, porque deja claro que este es un proyecto con un carácter europeo. 

España también maniobra para poder destinar parte de la recaudación que se obtendrá con el nuevo impuesto a las grandes energéticas para pagar el coste de la nueva infraestructura. El impuesto impulsado por el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos pretende gravar con un tipo del 1,2% de parte de los ingresos de las grandes energéticas españolas (las que facturan más de 1.000 millones de euros) durante los dos próximos años. El tributo estaría en vigor sólo de manera temporal, en 2023 y 2024, pero teniendo impacto en las cuentas de las compañías correspondientes al ejercicio previo, en los resultados de 2022 y 2023.

Puesta de largo del H2MED

Lo que van a escenificar los líderes de los tres países mediterráneos es un acuerdo político que fija la hoja de ruta que hay que seguir para conseguir que el hidrógeno verde fluya desde la Península al resto de Europa. Se conocerá este viernes desde el trazado final propuesto a la distancia total, y también los estudios que son necesarios para que sea aprobado y en qué momento hay que presentarlos, la estimación del coste, etc. 

En la elaboración del documento conjunto que verá la luz este viernes han participado las empresas que operan las redes nacionales (en España, Enagás). La posible inversión de otras empresas privadas se definirá más adelante, según fuentes de Moncloa. 

En un principio, España quería que este nuevo corredor de hidrógeno verde estuviera listo antes de cinco años, pero finalmente se ha admitido que no será viable completarlo antes de 2030. Se espera que en la declaración de este viernes se fije un horizonte temporal claro. 

Solo hidrógeno verde

El H2MED es una sustitución del otro proyecto, el llamado Midcat, que España y Alemania querían sacar adelante. La crisis energética derivada de la guerra de Ucrania y el cierre del grifo del gas por parte del Kremlin obligó a desempolvar esta iniciativa, paralizada hace tres años. Pero Francia se opuso desde un principio y, tras meses de continuos rifirrafes diplomáticos, Madrid, París y Portugal decidieron presentar una alternativa conjunta que permitiera conectar la Península con Francia y el resto de Europa, especialmente con Alemania. Decidieron, el pasado mes de octubre, en una reunión trilateral similar a la que va a producirse este viernes, abandonar el Midcat (que atravesaba los Pirineos) y tirar un tubo submarino desde Barcelona a Marsella, completado con otra rama de gasoducto preparado para hidrógeno verde desde Portugal. 

La diferencia entre el Midcat y el H2MED es que este llevará solamente hidrógeno verde, y no gas natural convencional. Así lo han reconocido fuentes del Gobierno y así lo ha subrayado París este jueves. Solo puede aspirar a los fondos europeos con los que hacerlo viable, dicen, si su objetivo es el transporte de hidrógeno. Fuentes de la presidencia francesa han insistido a EFE en su voluntad de ser claros en la presentación del proyecto a la Comisión Europea para que lo pueda declarar de interés común y pueda beneficiarse así de fondos europeos. La financiación europea en ese tipo de infraestructuras está restringida a las energías limpias y no puede ir al gas, que es un hidrocarburo, dice París. El hidrógeno verde es un combustible que se consigue fundamentalmente a través de la electrólisis del agua y que no genera emisiones. Forma parte de la estrategia para una Europa climáticamente neutra que presentó la Unión en 2020. 

Frente común contra el tope del gas

Por la tarde, tras la cita sobre el H2MED, comenzará la novena Cumbre Euromediterránea EU-MED9, compuesta por España, Francia, Portugal, Italia, Grecia, Malta, Chipre, Eslovenia y Croacia. La cita estaba prevista inicialmente para finales de septiembre pero el positivo por COVID-19 de Sánchez obligó a su aplazamiento a última hora. El tema central va a ser también la cuestión energética. España va a tratar de conciliar las posturas de los países del Mediterráneo respecto al tope del precio del gas propuesto por la Comisión Europea, que Madrid considera inaceptablemente alto. Según Moncloa, hay cierta sintonía entre los participantes en que ese sistema no solucionará la crisis de precios energéticos que se vive en Europa. Una de las opciones sobre la mesa es que haya un tope dinámico, ajustado a índices de mercado, más que uno fijo a 275 euros que promueve Bruselas. 

En la declaración final de los países del EU-MED9 se tratará de dar las líneas generales comunes de cara al consejo extraordinario de ministros de Energía del 13 de diciembre y el posterior Consejo europeo en Bruselas del 15.

España tratará de evitar levantar un frente sur-norte, pero insistirá en lo inadecuado del sistema de precios actuales del gas. Está por definir también si se trata este tema aislado o como un paquete con otros asuntos que debe decidir Bruselas sobre el tema energético, a saber, el sistema de solidaridad y el despliegue de renovables. 

La cumbre tendrá dos sesiones. Una primera para debatir la estrategia de autonomía estratégica en energía de la UE, a la que acudirá tanto Von der Leyen como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michele; y una segunda en la que se abordará el espinoso asunto de las reglas fiscales. Hay una moratoria hasta finales del año que viene en los requisitos de reducción de deuda que se imponen a los países miembro. Pero ya se prepara el debate común para abordar un nuevo sistema más justo, que podría incluir ritmos de reducción de deuda flexibles. Los nueve países del EU-MED9 tienen una visión muy afín en este sentido, y eso tratará de plasmarse en la declaración conjunta de este viernes en Alicante. 

Primer encuentro con Meloni

Pedro Sánchez aprovechará para mantener su primer encuentro bilateral con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Allí, el presidente español tratará de evitar los temas espinosos como la inmigración, y se centrará en las cuestiones más urgentes y en las que hay más sintonía como la energía y Ucrania. En cualquier caso, la cita será muy breve y será más bien una primera toma de contacto. Madrid asegura que debe trabajar con Roma independientemente de que Meloni lidere un Gobierno de coalición de derecha y ultraderecha que rechaza la entrada de inmigrantes rescatados de alta mar en sus puertos.. 

Sánchez también tendrá ocasión de mantener una breve reunión bilateral con Macron al margen de la reunión a tres con Costa. 

 

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