El joven delantero brasileño Endrick seguirá los mismos pasos de sus compatriotas Vinicius y Rodrygo. El Real Madrid ha vuelto a apostar por su músculo financiero para adelantarse al Barcelona en la carrera que mantenía por hacerse con los servicios de la joven promesa del Palmeiras. La pasividad del club blaugrana ante la ofensiva de Florentino Pérez, presidente madridista, ha desnivelado la balanza y desembocará en el tercer desembarco consecutivo de otra perla del fútbol brasileño.
El Barcelona también perdió en su día la batalla para hacerse con los servicios de Vinicius y Rodrygo, que son indiscutibles en el esquema del técnico madridista, Carlo Ancelotti. El dinero ha vuelto a marcar las diferencias.
Vinicius fue el primero en aterrizar en el Santiago Bernabéu en 2018 después de que el Real Madrid abonase 45 millones de euros al Flamengo. El acuerdo entre los dos clubes se había cerrado en mayo de 2017, cuando Vinicius aún no había debutado oficialmente con el primer equipo del Flamengo.
CONTACTOS
El club blaugrana llevaba siguiendo al extremo brasileño desde que en 2015 brillase en el Sudamericano sub’17. Incluso se puso en contacto con la familia y los agentes del jugador. El Barcelona llegó a tener apalabrado su incorporación, pero el Real Madrid apretó el acelerador en el último momento y ganó la partida gracias especialmente al bonus por firmar que ofreció al jugador. El dinero decidió la carrera.
La historia volvió a repetirse un año después. El club madridista volvió a ganar la batalla después de convencer a Rodrygo con un suculento bonus de ocho millones de euros por estampar su firma en el contrato, que se sumaron a los ocho millones de euros que se llevaron de comisión sus representantes. El Santos, con el que el Barcelona había estado negociando, se llevó finalmente 40 millones de euros.
ACUERDO
El acuerdo, al que se llegó poco antes de que empezase el Mundial de Rusia, se cerró en Liverpool en un encuentro entre el director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez, y el presidente del Santos, José Carlos Peres. El jugador se incorporó un año después a la disciplina del club blanco.
En la primavera de 2017 el Barça tenía cerrado un acuerdo económico con Rodrygo y poco después una delegación blaugrana, encabezada por su entonces CEO, Òscar Grau, viajó a Brasil para reunirse con el presidente del Santos. Durante el encuentro, Peres se remitió a la cláusula del jugador, que ascendía a 50 millones de euros, y no quiso negociar.
Y una vez más, el Real Madrid se volvió a adelantar aprovechando que el Barça no quiso entrar en una subasta.