Con el paso de los años aprendes a centrar tu atención en lo verdaderamente importante, también como probador y periodista. La clave es encontrar el motivo, ese argumento que lleva a una marca al lanzamiento de un modelo concreto. ¿Qué buscan con su producción? En el caso del Maserati Grecale está muy claro: conquistar al público femenino con un concepto antagonista al Porsche Macan. Si la obra de Stuttgart prioriza el dinamismo, este SUV C de lujo ofrece un paso más allá en el ámbito de la elegancia, la singularidad y el confort para el día a día. Más aún si tenemos en cuenta la propulsión microhíbrida de la versión Maserati Grecale GT probada.
Durante su presentación dinámica en Milán pude conducir brevemente la variante más prestacional, llamada Maserati Grecale Trofeo de 129.200 euros. En ese caso, me conquistó el sonido bronco de sus escapes y la rabia contenida que esconde su bloque Nettuno del MC20, un V6 de 530 CV de potencia, nada que ver con la unidad probada esta vez.
El Grecale GT es otro universo dentro del tridente, con un enfoque diario que se vertebra en una combinación Mild Hybrid de 300 CV. Se sitúa como la opción de acceso con un precio de partida de 81.050 euros. El Grecale Modena, con 330 CV recurre al mismo sistema microhíbrido con algo más de potencia y equipamiento por 96.100 euros.
Lejos de caer en tópicos desagradables hoy en día, la primera impresión al ver el Maserati Grecale es de estar ante un coche femenino. Quien escribe estas líneas es una mujer, así que dista mucho de ser un comentario ofensivo o generalizado sin más. Sus líneas agradables y figura cuidada, sin apenas elementos discordantes o agresivos, lo convierte en una máquina sobre ruedas agradable a la vista.
Una sofisticación para la que es vital elegir un color acorde a tu personalidad, como puede ser el Bianco Astro (1.250 euros) que podéis ver en las imágenes. Incluso su nombre suena a firma de lujo, como sucede con el resto de modelos de Maserati con nombres de viento: Levante, Mistra, Ghibli y Bora entre otros. De modo que, si queremos entender su porqué, lo encontraremos en el uso cotidiano de un núcleo familiar con poder adquisitivo y gustos exquisitos.
El nuevo lenguaje de diseño de su frontal, con los grupos ópticos en forma de ojo reptiliano y su clásica parrilla de lamas verticales, me recuerda a un ser animal e incluso se aproxima peligrosamente al Ford Puma. Es lógico que creemos semejanzas, como también sucede con la configuración de los pilotos traseros, que rinden homenaje a la historia de Maserati y sus modelos clásicos.
Es, sin duda, la parte más acertada visualmente junto con su silueta compacta, con pasos de rueda del mismo tono que la carrocería y llantas forjadas Etere Glossy Black de 20 pulgadas con neumáticos All Season (2.110 euros). A través de ellas accedemos a ver otro detalle de personalización, las pinzas de freno en amarillo (250 euros).
Una afinidad que han aprovechado para plantar cara al más reconocido del segmento SUV C, el Porsche Macan. Para ello, proponen un modelo GT de precio competitivo si comparamos el equipamiento tecnológico de las versiones de acceso. No así con las prestaciones, dado que un Macan S de 381 CV cuesta 85.556 euros frente al Grecale Modena de 330 CV y sus más de 95.000 euros.
Sin embargo, este último italiano compite en aspectos tan básicos como la funcionalidad y habitabilidad. Con 4,85 metros de longitud, 1,98 m de anchura, 1,66 m de altura y 2,90 metros de batalla, es claramente más grande y confortable en las plazas traseras. Unos acompañantes que disfrutan de su propia climatización con el Paquete Cold Weather Plus, que incluye asientos traseros calefactados y control de clima de tres zonas.
Además, ofrece 535 litros de maletero en su distribución de 5 plazas, frente a los 458 litros de un Macan o los 525 de un BMW X4. Una amplitud para la que también cuentan con un techo panorámico de tamaño considerable, clave para la luminosidad y la sensación de espacio.
La percepción de calidad es superior en este modelo del tridente, un aspecto que suelen cuidar en pro de ese cliente más exigente. Los asientos, por ejemplo, son de cuero en combinación nero/grigio con función memoria (1.325 euros) y los detalles del marco de la puerta y salpicadero es de madera racia de poro abierto (550 euros). Extras a los que yo, sin duda, añadiría el Sistema de sonido Sonus Faber Premium (2.750 euros) pero que la unidad probada no incorporaba.
También me ha gustado mucho el salto tecnológico de este modelo, algo que solía faltar en los Maserati anteriores. Hablo de sus pantallas, tanto la central de 12,3 pulgadas como la de instrumentación con tres opciones de visualización. Además, tiene detalles curiosos como el reloj digital, que puede mostrar también información sobre las fuerzas G, la presión sobre el pedal del acelerador o el freno e incluso una brújula.
Uno de los aspectos más signficiativos del Maserati Grecale GT es su propulsión Mild Hybrid, que le concede el distintivo ECO pese a sus considerables prestaciones. El apoyo eléctrico es de 48 V y tiene como función animar al bloque 2.0 litros de cuatro cilindros en línea y 300 CV de potencia. Lo hace especialmente en la zona baja del cuentavueltas, donde antes siempre encontrábamos falta de empuje y ahora contamos con 450 Nm desde las 2.000 hasta las 4.000 rpm.
Su distintivo no lo hace eficiente precisamente, dado que durante los días de prueba no fui capaz de ver menos de 12,8 l/100 km en el marcador. La firma homologa una media de 8,6 l/100 km que me parece imposible de conseguir. A cambio, encontramos un bloque muy lleno en todo su rango, con aplomo para los adelantamientos, diversión en un tramo de curvas y una velocidad punta de 240 km/h. No se puede tener todo en esta vida.
Y es que su mejor cara no la otorga en la ciudad, pese a ser un “daily car” de lujo. Es en la carretera, con el modo Sport y la suspensión en su regulación más dinámica, donde me he encontrado con el Grecale más juguetón. Sin llegar a ser un Trofeo, que tiene detalles específicos como la amortiguación y el modo Corsa, el Grecale GT te permitirá viajar de manera confortable y pasarlo bien en todo momento.
Su frenada es contundente y suficiente para el uso que se le da, con un sistema compuesto por discos de 350 mm de diámetro y pinzas fijas Brembo de cuatro pistones delante y discos de 330 mm y una pinzas flotantes Continental detrás. Personalmente, habría apostado por un tarado de suspensión algo más duro, incluso en el modo Sport, pero entiendo que la función y el target del Grecale GT lo hacen innecesario.
El único pero que le encuentro, a la hora de conducir, es la falta de visibilidad en caso de ir con la regulación baja. El enorme pilar A junto a un gran retrovisor, reducen drásticamente la visión en cruces o rotondas. Por suerte, el Grecale incorpora un sinfín de ayudas a la conducción (6.495 euros) como
Todos estos extras han incrementado el coste de la unidad probada hasta los 98.710 euros. ¿Está justificado? Solo el comprador lo sabe, pero frente al Macan ofrece diferenciación, exclusividad y elegancia. En la parte dinámica, solo el Grecale Trofeo puede competir contra los de Stuttgart.