La iglesia de San Nicolás, en el World Trade Center de Nueva York, fue destruida en los atentados del 11-S. El edificio, veintiún años después, ha reabierto al culto tras la reconstrucción realizada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava. “Ver la Iglesia Greco-Ortodoxa y Santuario Nacional de St. Nicolás finalmente abierta al público es una ocasión emblemática del prometedor futuro y el marcado pasado de Bajo Manhattan”, aseguró en una nota de prensa Calatrava, que es autor de otro edificio emblemático en la zona del World Trade Center, el Oculus, sede de un gran centro comercial.
El culto se inició en el día de su patrón, San Nicolás, aunque la iglesia fue consagrada el pasado 4 de julio, Día de la Independencia de EE.UU., y ha abierto en contadas ocasiones desde entonces.
El edificio luce un exterior de mármol del mismo origen que el utilizado en el Partenón de Atenas, una cúpula fabricada con láminas de piedra y paneles de vidrio que se iluminan de manera que la iglesia parece brillar desde dentro, más cuatro torres a su alrededor que le dan la forma de cruz griega típica de los templos ortodoxos.
Se trata de una iglesia de inspiración bizantina, tanto en sus elementos arquitectónicos como en el arte en su interior, y su diseño no tiene nada que ver con el templo original destruido en aquel atentado.
El proyecto, que nació en 2013 con un coste estimado de 20 millones, comenzó el año siguiente con una ceremonia en la que se puso la primera piedra, con la expectativa de que se completara en dos años, pero sufrió retrasos por los problemas financieros de la Archidiócesis Greco-ortodoxa de América, que lo financiaba.
La construcción quedó paralizada entre 2017 y finales de 2018, cuando la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey –propietaria del terreno en el que se alza– se ofreció a ayudar con el alquiler y después se sumó una ONG llamada Friends of St. Nicholas, retomándose las obras a mitad de 2020, según medios locales.
El coste fue ascendiendo a lo largo de los años, y Friends of St. Nicholas –impulsada por el exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo– indica en su página web dedicada a la iglesia que las donaciones para la reconstrucción –entre ellas del Gobierno de Grecia– han ascendido a 95 millones de dólares.