La noticia de la muerte de Kirstie Alley, la actriz que saltó a la fama en la década del 80 gracias a su trabajo en la serie Cheers y en la recordada película Mirá quién habla causó una profunda conmoción tanto en la industria del espectáculo como en el público. Es que la artista falleció tempranamente a los 71 años, según revelaron sus propios hijos, quienes además contaron detalles de sus últimos días de vida a través de las redes.
“Nos entristece informarles que nuestra increíble y amorosa madre falleció después de una batalla contra el cáncer, recientemente descubierto”, escribieron anoche William True y Lillie en un extenso comunicado que compartieron en sus redes sociales, cuando dieron a conocer la triste información. Los hijos de Alley resaltaron además que su madre “luchó con mucha fuerza” antes de su muerte.
Kirstie Alley posa junto a su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, el 9 de noviembre de 1995
“A pesar de lo icónica que era en la pantalla, era una madre y abuela aún más increíble”, continuaron los hermanos. “El entusiasmo y la pasión por la vida de nuestra madre, sus hijos, nietos y sus muchos animales, sin mencionar su eterna alegría de crear, no tenían paralelo y nos dejan inspirados para vivir la vida al máximo tal como ella lo hizo”, completaron.
Este martes, horas después de que se diera a conocer la noticia de su muerte, fue el representante de la actriz quien le confirmó a People que Alley murió por un cáncer de colon diagnosticado hace tan solo un par de semanas.
En uno de sus últimos posteos en Instagram, la protagonista de la serie Fat Actress ofrecía a sus seguidores realizar saludos en video o grabar mensajes personalizados a través de una plataforma que muchos famosos utilizan para obtener algún dinero extra. También solía compartir imágenes de su hogar y no ocultaba su entusiasmo frente al talent show The Masked Singer. El último trabajo en pantalla de la actriz databa de 2020, cuando protagonizó la película para televisión You Can’t Take My Daughter.
El emotivo adiós de su ex
Además del sentido mensaje que John Travolta le dedicó a su amiga y coprotagonista de la saga Mirá quien habla -”Te amo Kirstie. Sé que nos volveremos a ver”, compartió en su cuenta de Instagram junto a una foto de la actriz-, a Alley la despidió otro de los hombres de su vida: su exmarido y padre de sus hijos, Parker Stevenson. En una carta pública que le escribió por Instagram a su exmujer, el actor de Hardy Boys le dedicó a la ganadora del Emmy palabras de afecto.
“Querida Kirstie”, arrancó el artista. “Estoy muy agradecido por nuestros años juntos y por los dos hijos increíblemente hermosos y ahora los nietos que tenemos”. El también actor de Baywatch, de 70 años, concluyó: “Se te extrañará. Con amor, Parker”. Antes de su relación con Stevenson, Alley estuvo casada con su novio de la secundaria, Bob Alley, de 1970 a 1977.
Cambio de rumbo
Alley nació el 12 de junio de 1951, y cuando tuvo la posibilidad de elegir qué quería hacer con su vida se dio cuenta de que era una apasionada de la decoración de interiores. Si bien la actuación le interesaba, su adolescencia consistió principalmente en perseguir el sueño de dedicarse profesionalmente a ese rubro. En la búsqueda por avanzar en esa profesión, se mudó a Los Ángeles, donde pronto se encontró participando de distintos castings para pequeños papeles en series y películas que le permitieran solventar su día a día. De ese modo, en 1979 hizo su primera aparición en la pantalla chica, en un episodio de la serie Quark. Fue un cameo anónimo, su nombre ni siquiera figuró en los créditos.
En 1982, luego de un choque en el que murió su madre y su padre quedó gravemente herido, la vida profesional de Kirstie atravesó un profundo cambio. Aunque ser actriz profesional no era el gran objetivo de su vida, su carrera dio un salto cuando fue elegida para integrar el elenco del film Star Trek II: la ira de Khan.
Luego de algunos roles menores en otras series, en 1987 llega su oportunidad de oro, cuando le ofrecen sumarse a Cheers, la popular sitcom que lideraba los ratings de Estados Unidos. Su personaje, Rebecca Howe, la nueva manager del bar en el que transcurría la historia, debutó en la sexta temporada de esa ficción y los fans de la tira respondieron inmediatamente a su carisma y sentido del humor.
De las muchas ofertas que recibió Alley gracias a su nueva fama, hubo una que le interesó especialmente. Se trataba de una película sobre una mujer que decide criar sola a su bebé, fruto de una relación que mantenía con un hombre casado. El atractivo de esa película era su tono de comedia y que el principal relator era un bebé. Y así fue como se convirtió en eterna y querida Mollie en el film Mira quién habla, que la reunió en pantalla con Travolta.