Ruanda acusó a la comunidad internacional de “exacerbar” la crisis en el este de República Democrática del Congo (RDC) -asolada por grupos armados-, después de que Estados Unidos le pidiera poner fin a cualquier supuesto apoyo a los rebeldes.
“El enfoque erróneo (…) de la comunidad internacional sigue exacerbando el problema”, afirmó, en un comunicado publicado el lunes por la noche, el ministro ruandés de Asuntos Exteriores, Vincent Biruta.
En una conversación telefónica el domingo con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, el secretario de Estado, Anthony Bliken, “dijo claramente que debe cesar todo apoyo externo a grupos armados no estatales en la RDC, incluido el respaldo de Ruanda al M23”, según el portavoz del Departamento, Ned Price.
La RDC sostiene que el M23, una antigua agrupación rebelde de la etnia tutsi que se alzó en armas a finales de 2021, cuenta con el apoyo activo de Ruanda.
Según Biruta, Kagame y Blinken “tuvieron un buena conversación”, pero -agregó- “subsisten diferencias sobre la comprensión del problema”.
Desde que el M23, un antiguo grupo rebelde tutsi derrotado en 2013, se alzó en armas a finales del año pasado, el gobierno de RDC acusa a Ruanda de apoyarlo, armarlo e incluso combatir junto a él, algo que los ruandeses niegan.
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