El Atlético de Madrid y los Wolves están aprovechando el parón mundialista para negociar el traslado de dos futbolistas colchoneros rumbo a Inglaterra. El primero de ellos sería el delantero Matheus Cunha, señalado par hacer caja en enero ante su pobre rendimiento en el tramo inicial del curso, y a él podría unirse el defensa central Felipe.
El también brasileño renovó el pasado verano por una temporada con opción a una segunda si alcanzaba un determinado número de partidos. Una hipótesis del todo remota, dado el escasísimo protagonismo que el exjugador del Oporto ha tenido en la primera mitad de la temporada, al que Diego Simeone ha acudido únicamente cuando las lesiones no le han dejado alternativa.
Felipe, de 33 años, ha disputado tres encuentros en lo que va de temporada. Dos de ellos llegaron en liga y otro en la Champions League, con un rendimiento que distó sobremanera con el zaguero solvente que el Atlético de Madrid fichó de Portugal, con un papel más que notable en el curso 2019-20, el primero en la capital española.