El expiloto de Fórmula 1 Patrick Tambay murió este domingo a los 73 años de edad, tras padecer una larga enfermedad, según informaron fuentes de la familia a la agencia AFP.
Como piloto de la máxima categoría del automovilismo, Patrick Tambay ganó dos Grandes Premios, uno en 1982 y otro en 1983, en ambos casos al mando de una Ferrari; alcanzó 11 podios y consiguió cinco pole positions. A lo largo de su trayectoria, también compitió para las escuderías McLaren, Renault y Haas. En su palmarés figuran también dos campeonatos norteamericanos CanAm (1977 y 1980).
Desde hacía muchos años Tambay sufrió la enfermedad de Parkinson. Nacido en París el 25 de junio de 1949, debutó en la Fórmula 1 en 1977, en la modesta escudería Theodore, con la que obtuvo dos Top 5, antes de unirse a McLaren en 1978 y a Ferrari en 1982.
Ascendido en la Scuderia italiana tras la muerte del canadiense Gilles Villeneuve, se unió a su compatriota Didier Pironi, que sufriría también otro grave accidente pocas semanas más tarde, durante la clasificación del Gran Premio de Alemania, en Hockenheim. En ese GP Tambay se adjudicó la victoria, poniendo de nuevo en marcha a un equipo desamparado.
En la temporada 1982 logró también un tercer puesto en el GP de Brands Hatch y terminó séptimo en el campeonato del mundo. Ganó de nuevo un Gran Premio al año siguiente en el tradicional GP de Imola, y concluyó en la cuarta posición del certamen, detrás de Nelson Piquet, Alain Prost y Rene Arnoux, pero dejó Ferrari al final de temporada para unirse a Renault, escudería en la que no logró ninguna victoria, pero sí una pole position.
Durante sus dos temporadas en la escudería francesa, no pasó de un discreto 11º puesto en el Mundial de pilotos de 1984 y 12° en 1985. Considerado como un piloto caballeroso, Tambay participó en cuatro ocasiones en las 24 horas de Le Mans, y su mejor participación fue un 4º puesto con Jaguar, en 1989. También disputó el rally París-Dakar, competencia en la que logró en dos ocasiones el tercer puesto (1988 y 1989).
Patrick Tambay, en una de sus últimas apariciones públicas, en una carrera de la Formula 3 Europea en Pau, Francia (IROZ GAIZKA/)
Más allá de sus logros, la carrera de Tambay se vio marcada por estar al mando de autos frágiles, problemas mecánicos -40 en 114 carreras- y abandonos reiterados, a lo que debió sumarse el trauma por la muerte de su amigo Gilles Villeneuve, al que había sustituido en Ferrari tras su trágico accidente en 1982.
Antes de dedicarse al automovilismo, se había revelado como un excelente esquiador, deporte en el que el parisino brilló cuando era muy joven, e incluso fue subcampeón francés junior de slalom y campeón junior de descenso, en 1968. Pero luciría más aún al volante, donde asombró en la inauguración del circuito de Paul-Ricard, en 1971.
Aunque, desde el principio, le tocaron momentos poco propicios en las escuderías en las que estuvo. Tras un notable debut en 1977 en Theodore Racing, fichó por McLaren, con escasa fortuna. Encontró consuelo en los Estados Unidos en la categoría CanAm con dos títulos (1977 y 1980) que le permitirían regresar en F1. Pero de nuevo a destiempo, en equipos que sufrían problemas, primero en McLaren y luego en Ferrari (1982 y 1983), antes de llegar a Renault, en 1985, un año antes del final de su propia carrera.
Tambay, y una prueba a bordo del Renault Elf, en noviembre de 1983, tras alejarse de Ferrari, en el trazado de Castellet (GERARD FOUET/)
Podría haber descollado en Ferrari, uno de los equipos más prestigiosos, pero primero debió cumplir la dura misión de reemplazar a su amigo Gilles Villeneuve. Tambay se enteró de la tragedia del piloto canadiense de boca de su compatriota Didier Pironi. “Estaba en Hawaii con mis suegros. El mundo se derrumbó de repente cuando me contó la muerte de Gilles”, contó sobre Villeneuve, al que había conocido en 1976 cuando corrían en la CanAm.
Sobre sus dos temporadas en Ferrari, Tambay luego escribió un libro en el que reveló: “No puedo explicar por qué mis mejores resultados llegaron cuando las emociones eran tan fuertes (…) Tal vez porque allí pude encontrar una motivación adicional.” Tras su salida de la F-1, siguió vinculado al deporte de los motores desde otras categorías.
