Por Deena Beasley
LOS ÁNGELES, 3 dic (Reuters) – El fármaco experimental
contra la obesidad de Amgen Inc. demostró unas
tendencias de durabilidad prometedoras en un ensayo inicial, lo
que allana el camino para un estudio más amplio de fase media a
principios del año que viene, dijeron los responsables de la
empresa antes de una presentación de datos el sábado.
En el pequeño ensayo de fase I se comprobó que los pacientes
mantuvieron la pérdida de peso durante 70 días tras recibir la
dosis más alta probada del fármaco inyectado, conocido
actualmente como AMG133.
Las acciones de Amgen han ganado alrededor de un 5% desde
que la empresa dijo el 7 de noviembre que 12 semanas de
tratamiento en el ensayo con la dosis mensual más alta de AMG133
dieron lugar a una pérdida de peso media del 14,5%.
A los 150 días de la última dosis, la pérdida de peso
mantenida había descendido al 11,2% por debajo del peso original
al inicio del ensayo, según los resultados detallados en una
reunión del Congreso Mundial de Resistencia a la Insulina,
Diabetes y Enfermedades Cardiovasculares en Los Ángeles.
Los pacientes tratados con AMG133 tuvieron efectos
secundarios, como náuseas y vómitos, pero la mayoría de los
casos fueron leves y se resolvieron un par de días después de la
primera dosis, dijo Amgen.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
de Estados Unidos estiman que más del 40% de la población
estadounidense es obesa, lo que supone un costo de casi 173.000
millones de dólares al año. La obesidad es una de las
principales causas de la diabetes de tipo 2 y se ha relacionado
con las enfermedades cardíacas, ciertos tipos de cáncer y otras
complicaciones de salud, como casos de COVID-19 más graves.
El campo de la pérdida de peso ha ganado una renovada
atención médica y de los inversores en los últimos meses,
después de que se demostró que los medicamentos para la diabetes
de Eli Lilly and Co y Novo Nordisk, conocidos
como semaglutida y tirzepatida, ayudan a los pacientes obesos a
perder peso.
Ambos fármacos, que deben inyectarse cada dos semanas, están
diseñados para activar el GLP-1, una hormona que provoca la
sensación de saciedad en el cuerpo después de comer.
El AMG133 de Amgen también se dirige al GLP-1, pero tiene un
mecanismo doble que pretende bloquear al mismo tiempo la
actividad de un gen conocido como GIP.
El fármaco se desarrolló a partir de los trabajos realizados
en Amgen para identificar las señales genéticas asociadas a la
disminución de la masa grasa y el peso corporal, así como a los
perfiles metabólicos saludables, explicó Saptarsi Haldar, jefe
de descubrimiento metabólico cardiovascular de Amgen.
“La genética demostró claramente en múltiples poblaciones de
gran tamaño que la disminución de la actividad genética del gen
del receptor GIP se asociaba a un menor IMC (índice de masa
corporal)”, dijo.
La biotecnológica californiana dijo que planea lanzar un
estudio más amplio de AMG133 a principios del próximo año, en el
que se inscribirá una gama más amplia de pacientes, incluyendo
aquellos con condiciones de salud adicionales como la diabetes.
El analista de JP Morgan Chris Schott dijo a principios de
este mes que, si todo va bien, un estudio de fase III de AMG133
podría comenzar en 2024, con un lanzamiento previsto en 2026 o
2027, si se aprueba.
(Reporte de Deena Beasley; Editado en Español por Ricardo
Figueroa)