DOHA (Enviado especial).- Mil días. Y habrá una noche más para disfrutar del idilio con el gran capitán. Casi 30.000 argentinos están dando vueltas en Qatar desde hace dos semanas. Algunos se volvieron, otros llegaron más tarde y el resto está pensando en venirse para los cuartos de final del Mundial. El romance de los argentinos con el 10 de la Selección vivió un capítulo más esta noche en el estadio Ahmed bin Alí, en el triundo sobre Australia. Uno de los más emocionantes para Leo, que terminó extenuado de tanta gambeta. Con los puños en alto cuando su gente, incluidos todos sus compañeros, le dedicaron “que de la mano de Messi, todos la vuelta vamos a dar”.
En la zona mixta del vestuario argentino, el rosarino paró para hablar con todos los medios, argentinos y extranjeros. Frente a LA NACION, retribuyó el aliento de su gente y recordó los mil partidos de su carrera: “Estoy feliz por todo el cariño que me dieron durante toda mi carrera y agradecido de vivir tantas muestras de afecto. Y lo que se vive acá en la cancha, con la gente que vino desde Argentina, es increíble”.
Pasó la mitad del Mundial. Y los argentinos que desafían el “dólar Qatar” y ahorraron durante años, buscarán las semifinales junto su ídolo, que alimenta su propio sueño con un país colgado de sus hombros.
La comunidad que se formó a 14.000 kilómetros de la Argentina se subió a un tren de emociones. Como si ese golpe de realidad que aplicaron los saudíes en el primer partido en el estadio de Lusail haya servido para templar el ánimo. Para encarar desde ahí un “paso a paso”, para respetar a rivales como Australia, que con sus limitaciones se plantó con dignidad hasta el último minuto.
Argentina vs Australia, por los octavos de final de la copa del mundo Qatar 2022, en el Ahmad Bin Ali Stadium
Gol de Lionel Messi (Aníbal Greco/)
Como el grupo de siete amigos que llegaron desde Rauch, provincia de Buenos Aires. Antes de ingresar al estadio se pasearon por el imponente centro comercial de medio millón de metros cuadrados, el Mall of Qatar. “Estamos tranquilos, nada confiados, sobre todo después de lo que está pasando en este Mundial con muchos favoritos”, decían. Y auguraron un partido cerrado con Australia.
Había pasado más de media hora del final del partido y la cabecera, donde los jugadores terminaron abrazados, seguía encendida. “Vamos Argentina, sabes que yo te quiero, hay que ganar y ser primeros”, se escuchaba. A la salida, todo era ilusión. “Ahora vamos paso a paso, a pensar en los holandeses, descansar, pero a disfrutar”, gritaba afónica una familia salteña.
Junto a los argentinos estaban ellos, los hinchas de Bangladesh, India, Nepal y Pakistán que convirtieron su propia locura por la Argentina en motivo de curiosidad al otro lado del mundo.
El del primer tiempo fue un gol Messi marca registrada. Para la segunda etapa, los asistentes al estadio Bin Alí van a poder contar que vieron la mejor versión del ídolo global de este Mundial. Apilada sobre varios defensores australianos y la pelota que terminó en el córner. El 10 parecía abrazarse a la tribuna que saltó como un resorte con la reverencia “Messi, Messi, Messi”. La carambola que le dio suspenso al partido no aflojó el ritmo del rosarino. Gambetas y lujos celebrados a rabiar. Como la tapada del Dibu Martínez en el último avance australiano.
Lionel Messi festeja un gol durante el partido que disputan Argentina y Australia, por los octavos de final de la Copa del Mundo Qatar 2022 en el estadio Ahmed bin Ali, Umm Al Afaei, Qatar, el 4 de diciembre de 2022. (Aníbal Greco/)
Como en ese partido con Arabia Saudita, el capitán es el que siempre da la cara. Después de esa derrota contó como su hijo Mateo se fue llorando. Esta noche mandó un mensaje a sus compañeros, pero también a su gente. “Hay que seguir unidos, dimos un pasito más y ahora viene una difícil”, dijo sobre la parada en los cuartos de final frente a Países Bajos.
Ahí quedó Messi, revoleando las manos al ritmo del “soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar”. Su partido número mil lo cumplió con la camiseta que más ama. Con la que siente que tiene una deuda, que se quiere cobrar aquí en Medio Oriente. El cumpleaños 1001 será en la noche del viernes, bajo la luna del desierto y el apoyo de acá y del otro lado del mundo.