El Real Zaragoza logró un triunfo balsámico ante el colista Ibiza, por 2-1, el primero con Fran Escribá en el banquillo, gracias a un tanto de Sergio Bermejo en el minuto 91 que le sirve para romper una racha de cuatro jornadas sin ganar.
La agónica victoria permite respirar algo más a un equipo zaragozano que lleva casi toda la temporada merodeando los puestos bajos de la tabla y que no consigue salir de ellos, mientras que el conjunto insular aumenta a nueve su racha de encuentros sin vencer, de los que ocho han sido derrotas, que le hunde un poco más en la posición de colista.
El conjunto blanquillo, que no ganaba en casa desde el pasado 15 de octubre, al filial del Villarreal (2-1), salió en tromba en busca la victoria y ya en el primer minuto Francho Serrano estuvo a punto de marcar, pero le quitó el balón en boca de gol Miguel Azeez.
A continuación forzó tres saques de esquina consecutivos y ahí se acabó prácticamente todo su repertorio en los primeros 45 minutos, salvo un remate de Francho, porque fue el conjunto visitante el que, una vez superados esos incómodos minutos iniciales, tuvo las mejores opciones.
El central zaragocista Jair Amador estuvo providencial al cortar un pase de Darío Poveda para Ekain Zenitagoia en el minuto 7 y uno después Jorge Andújar “Coke” remató alto en boca de gol un córner. El conjunto local había desaparecido y se perdía en interminables pases o en balones largos sin opciones para sus puntas, por lo que el Ibiza no tenía ningún problema atrás.
Tras un posible penalti cometido sobre Suleiman Camara en el minuto 29 llegó el gol visitante en el 33, en otro saque de esquina mal defendido que aprovechó Juan Ibiza tras un toque de Martín Pascual. Entre el desconcierto blanquillo, el conjunto de Lucas Alcaraz tuvo la posibilidad de ampliar su ventaja en el minuto 35 en un centro raso de Ekain al que Poveda no llegó por poco.
Cambio tras el asueto
El desbarajuste zaragocista no acabó ahí porque nada más volver de vestuarios el meta Alvaro Ratón, al que una parte de la afición estuvo silbando cada vez que tocaba el balón en el primer periodo, salvó a su equipo con dos grandes intervenciones en los minutos 46 y 47.
El conjunto de Fran Escribá acaparaba la posesión (llegó a tener un 76 % en el segundo periodo), pero era incapaz de acercarse al área del equipo ibicenco porque le faltaban ideas y velocidad para superar a un rival bien plantado. Demasiados pases de seguridad debido el miedo a perder el balón.
El Real Zaragoza encontró el remedio a sus males en un saque de esquina que el central Jair, en el minuto 68, cabeceó a las mallas. El empate espoleó a los locales, que con más corazón que ideas buscaron la portería del Ibiza, pero apenas crearon peligro. Sin embargo, cuando el empate parecía inamovible, Bermejo aprovechó un servicio de Eugeni Valderrama para, medio cayéndose, enviar el esférico a la red y dar la victoria al Zaragoza.