¿Gran Hermano todo lo ve? “Nachiago”, la pareja que potencian las redes pero que la pantalla chica decide no mostrar

Cuando trascendió la noticia de la vuelta de Gran Hermano a la TV, muchas fueron las teorías sobre qué pasaría con el programa en este tiempo de redes sociales, donde todo está expuesto por sus protagonistas. A diario se puede ver cómo famosos e ignotos realizan vivos de Instagram o Tik Tok con miles de seguidores del otro lado. La vida en vivo, viejo lema del reality, hoy está en todas partes. Cuando en 2007 John De Mol empezó a fantasear con la idea de producir un programa de TV en el que un grupo de personas estuviera encerrada durante un año en una jaula dorada y ver los resultados, nunca imaginó que quince años después iba a ser el público quien armara su propia versión de Gran Hermano.

“Gran Hermano, el único reality que de verdad es un reality”, esta fue la frase que utilizó Telefe para promocionar la vuelta de uno de los ciclos más polémicos en la historia de la pantalla chica local. El fenómeno de la “telerrealidad”, tal y como se lo conoce, tiene como objetivo mostrar la vida misma, supuestamente sin guiones. Esa es la teoría, en la práctica, la televisión siempre realiza un recorte y muestra lo que le conviene, según el caso.

La charla íntima entre Thiago y Nacho en la casa de GH

Una de las críticas que recibió históricamente Gran Hermano fue la del peso de la edición en el relato que se ve en pantalla. Muchas veces, en pos de contar una determinada historia, la producción realiza modificaciones e, incluso omite situaciones para ajustar el relato, de acuerdo a sus necesidades dramáticas. Hoy, con la activa participación que tienen los televidentes, desde las redes, la cosa está más complicada.

Noche a noche, las diferentes galas de Gran Hermano superan los veinte puntos de rating. El furor que produjo la vuelta del reality a la pantalla de Telefe, después de diez años, le devolvió a la TV números que gran parte de la industria pensó que no volverían. De a poco, los jugadores empezaron a tener nombre propio y junto a ellos, sus historias comenzaron a verse por millones de personas.

La última semana, Thiago Medina, el joven de diecinueve años que trabaja en el Mercado Central y junta cartón para llevar dinero a su casa, se convirtió en protagonista absoluto del programa, porque fue quien salvó a Romina de la placa de nominaciones. Pero además, explotó la relación que se insinuaba con Daniela, hasta el punto de tal, que días pasados rompieron el “récord sexual” en la historia de la casa.

Paradójicamente, cuando Santiago del Moro le preguntó al público presente si les gustaba la pareja, el grito de “no” fue unánime. Pero ¿qué hace que la audiencia rechace una de las historias más calientes del reality? Algunos afirman que Daniela usa a Thiago y que, mientras tanto, él se está enamorando.

Por otro lado, hay un fenómeno en redes que Gran Hermano hasta el momento decide no mostrar llamado “Nachiago”: tal es el ship o nombre de la relación romántica que los fanáticos en las redes eligieron para nombrar al vínculo entre Nacho y Thiago. Vienen de lugares diferentes, con historias distintas, pero los jóvenes tienen una relación muy cercana que alimenta videos de Tik Tok, reels de Instagram y genera miles de tuits con el día a día de la dupla.

Desde el primer día están cerca, se buscan, insinúan besos e incluso se los pudo ver abrazados en distintas situaciones de la casa. Pero todo esto se potenció en las últimas horas, cuando Cata le preguntó a Thiago si estaba enamorado de Daniela y él respondió “Enamorado es una palabra muy grande. Yo en realidad estoy enamorado de Nacho”.

Pero mientras en la casa nadie cuestiona lo que sucede, el afuera es más impiadoso. El padre de Nacho, Rodolfo Castañares, cuando le preguntaron en LAM sobre una posible relación entre su hijo con Thiago, respondió: «Yo creo que lo que hay es la mejor definición de un amor incondicional. A veces el amor incondicional se confunde y es raro ver a dos hombres que se acarician, por ejemplo. Entonces, entran las etiquetas: “Nacho es gay” o “Nacho está enamorado de Thiago”. Y no». Más brutal fue la respuesta de Julio Ricardo Medina, el papá de Thiago: “Mi hijo es bien machito”.

A diferencia de ediciones anteriores, la gente decidió visibilizar esta historia en redes porque Gran Hermano, por el momento, no la ve. Solo Analía Franchín se animó, en medio de un debate, a plantear la posibilidad y fue tildada de revolucionaria por Ceferino Reato. En el programa se encargan de recalcar hasta el cansancio que una cosa es lo que se emite en pantalla y otra, muy distinta, es lo que sucede en redes sociales. Algo así como la versión oficial y la alternativa.

Lo cierto es que no es la primera vez que Gran Hermano decide no contar determinadas situaciones que el público ve en las 24 horas de la transmisión de Pluto TV. Toda la polémica del supuesto abuso verbal de Alfa a Coti, o la Tora denunciando en el debate que una repudiable frase de Thiago sobre Agustín nunca se vieron al aire de la TV abierta.

Todos sabemos que es TV y como parte de un show, la producción de Gran Hermano elige qué mostrar al público que, a diferencia de 2012, es mucho más crítico, no compra todo lo que la pantalla chica le propone y, por el contrario, utiliza sus propios videos para contrastar. Un cambio de era que demuestra que la casa late más que nunca pero que los corazones de los televidentes son mucho más diversos que el casting de esta edición.

 

Generated by Feedzy