El pasado es la navaja multiusos de nuestras vidas, pues sirve para lo que cada uno se quiera proponer en cada situación, siempre se encuentran en el arcano escenarios ya vividos que ayuda a contextualizar los presentes. O a revestirlos de un celofán de acontecimiento histórico por inédito. En el fútbol pasa lo mismo, no digamos ya en este Mundial en el que nada es lo que fue ni lo que será.
Que se lo digan a Bélgica, abierto ya el cajón de los truenos en una selección por definición heterodoxa y dispar, en la que es el inglés el que preside el vestuario en el que gobierna un español (Roberto Martínez) para no herir sensibilidades entre flamencos y valones. O a Croacia, que apura los últimos coletazos de rebosante calidad de Luka Modric antes de pararse a pensar qué será de su vida sin el genio del Real Madrid.
Canadá, el juez
A una y otra selección les diferencia la paz (croata) y la guerra (belga), pero el destino les une este jueves (16.00 horas) en el estadio Ahmed bin Ali, con el pase a octavos de final en juego. Podrían avanzar las dos, pero el escenario más probable es que Marruecos (cuatro puntos, como Croacia) envíe a su casa a la que pierda de las dos. O a Bélgica (tres), en caso de empate. La ya eliminada Canadá ejercerá de juez.
Quizá no sean las dos selecciones más tradicionales del fútbol mundial, pero lucen escarapela de vigentes semifinalistas y de finalista en el caso de los balcánicos. Para cualquier de ellas, quedar fuera a tan temprana estación del torneo sería un duro revés. “Esta generación va a inspirar a las que vengan durante los próximos 20 años. Gracias a su progreso hemos creado instalaciones de vanguardia para las próximas generaciones, deja un legado que merece un respeto”, aseguraba este miércoles Roberto Martínez, por si toda acabara antes de lo que él desea.
“Noticias falsas”
Pugna Bélgica contra sus propias expectativas y también contra un ambiente enrarecido tras las discusiones filtradas entre pesos pesados de su vestuario. Tensiones que el técnico califica como “noticias falsas” y que el carrilero Castagne circunscribe a “una reunión de vestuario para compartir opiniones, sin insultos”, sin que fuera “de las manos”.
No es el caldo de cultivo ideal, en todo caso, para una cita de la importancia de la de este jueves, a la que muchos jugadores llegan señalados. De Buryne no está rayando al nivel que acostumbra en el City, Hazard sí lo hace al que muestra en el Real Madrid (y ese es el problema), Lukaku apenas ha jugado unos minutos por lesión y Courtois erró frente a Marruecos tras salvar a su selección contra Canadá, una de cal y una de arena.
Los croatas lo tienen algo más sencillo, pues solo una derrota (siempre que Marruecos no perdiera también) les evacuaría de Qatar antes de las eliminatorias. Pero siempre queda la posibilidad de que el de este jueves sea el último partido de Modric (37 años) en un Mundial tras cuatro participaciones. Y ahí es cuando la navaja de nuestro pasado saca la hoja de la melancolía.
Alineaciones probables:
Croacia: Dominik Livakovic; Josip Juranovic, Dejan Lovren, Josko Gvardiol, Borna Sosa; Mateo Kovacic, Luka Modric, Marcelo Brozovic; Ivan Perisic, Andrej Kramaric y Marko Livaja o Nikola Vlasic.
Bélgica: Courtois; Meunier, Alderweireld, Theate, Vertonghen, Carrasco; Witsel, Tielemans, De Bruyne, Batsahuayi o Lukaku, y Hazard.
Árbitro: Alireza Faghani (Irán).
Estadio: Ahmad Bin Ali.
Hora: 18:00 hora local, 16:00 hora española en Gol Mundial