Glosario para entender los avances sobre VIH y SIDA

El mundo todavía no dispone de una cura universal para el VIH, pero sí de un arsenal de fármacos y tratamientos para mantener la infección bajo control y evitar así que se desarrolle la enfermedad conocida como sida. Esta es, hasta ahora, la premisa clave para entender qué supone contraer este virus. Por suerte, la ciencia avanza y poco a poco se van encontrando vías para que, algún día, esta infección pueda erradicarse del todo.

En los últimos años, por ejemplo, se han descrito varios casos de pacientes que, ya sea de manera natural o por algún tipo de intervención médica, han logrado deshacerse del virus. Su historia, esgrimen los expertos, supone un paso adelante para seguir buscando una cura para esta infección que, hoy por hoy, sigue afectando a millones de personas en todo el mundo.

Estos son algunos de los términos clave para entender los avances médicos sobre VIH y SIDA, explicados por Julià Blanco, investigador principal del grupo de Virología e Inmunología Celular del Instituto de investigación sobre el sida IrsiCaixa.

Cura esterilizante

Solo se conocen cuatro casos en todo el mundo de pacientes que han logrado deshacerse de todo rastro de VIH en su organismo. Se trata de muy casos excepcionales. Tanto que, de hecho, su historia se ha dado a conocer de forma anónima bajo nombres como el paciente de Berlín, el de Londres, el de Düsseldorf y el de Nueva York. “Este fenómeno se conoce como cura esterilizante del VIH. Se define así solo a aquellos casos en que se observa que el virus ha desaparecido del todo de las células del paciente, que no queda ni rastro del genoma viral”, explica Blanco.

Todos los casos de cura esterilizante del VIH descritos hasta ahora tienen un punto en común. Todos son pacientes contagiados de VIH que, en algún momento de su vida, sufrieron un cáncer hematológico y tuvieron que pasar por un trasplante de médula ósea: un procedimiento centrado en ‘destruir’ parte de las células dañadas del paciente y en sustituirlas por otras sanas. “Esto da pistas para seguir investigando, pero en ningún caso supone un tratamiento viable para los pacientes. No olvidemos que, a veces, este tipo de procedimientos implican muchos riesgos”, comenta el científico.

Cura funcional

También se han descrito varios casos de ‘cura funcional del VIH’. No hay estimaciones oficiales sobre cuántos pacientes encajan en esta definición pero, según recogen las revistas científicas, hay al menos un centenar de casos conocidos en todo el mundo. “En estos casos, vemos que los pacientes siguen teniendo células infectadas por el VIH pero que el virus no se replica. Es el equivalente a tener la infección bajo control sin necesidad de tratamiento“, explica Blanco. 

La ‘cura funcional’ del VIH tiene que ver, principalmente, con el sistema inmune de los propios pacientes. Concretamente, con la capacidad de los linfocitos T para controlar la replicación del virus. Estos casos son estudiados muy de cerca por la comunidad científica para intentar descifrar qué ingredientes genéticos pueden contribuir al control del virus. Por el momento, los estudios apuntan a un puñado de mutaciones genéticas relacionadas con diferentes mecanismos del sistema inmune.

Controladores de élite

Dentro de los casos de ‘cura funcional’ del VIH, los especialistas distinguen un perfil muy concreto de pacientes: los controladores de élite. Se trata de personas que se infectaron del virus, que tomaron tratamiento antirretroviral en las primeras etapas de la infección y que, años más tarde, dejaron los fármacos. En estos casos, los análisis muestran que el virus sigue latente en sus células pero que no se expande. El caso del paciente de Barcelona, estudiado desde el Hospital Clínic, encajaría dentro de este perfil.

Un matiz muy importante para entender este tipo de casos, explica Blanco, es que la ‘cura funcional’ de estos pacientes no siempre es permanente. “Hay casos en los que la infección vuelve a brotar y los pacientes tienen que volver a tomar antirretrovirales. Esto se explica porque, a diferencia de la ‘cura esterilizante’, en estos casos sabemos que el virus no ha sido eliminado del todo“, explica el virólogo. 

Tratamientos antirretrovirales

La inmensa mayoría de pacientes con VIH pueden mantener a raya la infección gracias al uso de fármacos, pero esto no significa que estén curados. “Los antirretrovirales impiden que el virus se multiplique, pero no lo eliminan de todo“, explica Blanco. Este matiz, explica el experto, es muy importante para entender por qué este tipo de tratamientos solo funcionan si se toman de forma estable y de por vida.

“En el 99,9% de los pacientes que dejan estos fármacos el virus vuelve a rebotar. Es como si el virus estuviera escondido y cuando dejamos de lado la medicación tuviera una oportunidad para volver a multiplicarse”, comenta el inmunólogo.

 

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