Isabel Díaz Ayuso ha lanzado como nuevos anuncios tres medidas para la mejora de las condiciones laborales de los médicos de Salud con las que pretende dar un golpe de efecto que paralice la huelga de los médicos de primaria y frene cualquier intento de repetir esta experiencia en otras especialidades justo hoy que los médicos vuelven a manifestarse en Madrid con la idea de terminar su marcha frente a la Puerta del Sol. Pero no todas las medidas de las que ha informado son nuevas.
Lo más novedoso es que la Comunidad pretende implantar un nuevo sistema tecnológico en Atención Primaria que permita “aprovechar al máximo los huecos libres, de forma que puedan dedicar más tiempo por paciente”, según ha explicado Ayuso. De este modo, “se podrá remunerar de manera ágil y precisa” el exceso de trabajo y las plazas de difícil cobertura contarán con una “mejor retribución”. Es decir, que prevé instalar un nuevo sistema de retribución por productividad.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha detallado, que el nuevo sistema pretende que las agendas telefónicas y las telemáticas (a través de la tarjeta sanitaria) se comuniquen entre sí, cosa que ahora no ocurre, pero que tanto esta medida como la retribución por exceso de trabajo se tendrá que cerrar en la mesa sectorial: “Al que trabaje por encima de los pacientes que tenga agendados habrá que retribuirle más”.
Nuevas plazas MIR
Otra de las medidas anunciadas por Ayuso es que se pondrá en marcha un programa específico de plazas MIR en Atención Primaria que ofrecerá al finalizar 2023 contratos de tres años a los nuevos médicos que entran en el mercado laboral y que en diciembre de este año se van a adjudicar “mil plazas fijas para médicos de familia y pediatras de atención primaria.
Por último, la presidenta ha contado que la Comunidad de Madrid “pondrá fin a la eventualidad laboral” de los profesionales sanitarios de la región. Convertiremos a todos eventuales en interinos”, si bien es cierto que esta es una decisión que tiene origen en una directiva Unión Europea y que el camino para ejecutarlo ya había comenzado. Así, de los “10.000 profesionales” que “pasarán a ser personal fijo”, como ha dicho la presidenta, cerca de 2.000 serán nuevos, puesto que el resto ya se ha ido estabilizando, y “entre 2023 y 2024 se crearán otras 22.390 plazas fijas más”. En dos años, ha insistido, “el 86% del personal será fijo, lo que supone un avance histórico de las condiciones laborales”.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha asegurado que con todas las nuevas medidas se da respuesta a las peticiones que durante estos días han realizado los sindicatos, si bien ha explicado que no será necesario un incremento presupuestario porque de alguna manera ya tenían contempladas estas medidas.
Rifirrafe de las negociaciones
Diez días después del inicio de la huelga, Isabel Díaz Ayuso no se ha sentado con los representantes de Amyts, el sindicato médico mayoritario que mantiene la convocatoria de huelga, tal y como llevan días pidiéndole, pero sí ha asumido como propio el reto de solucionar el problema en el momento en el que ha decidido ser ella y no solo el consejero de Sanidad quien informe de las últimas medidas adoptadas hoy en el Consejo de Gobierno para intentar solucionar el conflicto sanitario.
A los pocos días de iniciarse la huelga, sindicato y consejería se sentaron a negociar y mientras en el equipo del consejero Enrique Ruiz Escudero pensaron que habían llegado a un preacuerdo que solo faltaba rubricar, en el sindicato discutieron las propuestas de Sanidad con sus afiliados y estos les dijeron que no. Así, cuando parecía que el acuerdo llegaba, los responsables de Amyts informaron a Escudero de que lo ofrecido no era suficiente. Los médicos de atención primaria llevan años reclamando mejoras laborales, tanto salariales como de carga asistencial, y con el inicio de esta huelga y tras la pandemia, tenían claro que no podían conformarse con lo que consideraban mínimos, “ahora o nunca”, decían.
En el Gobierno de Ayuso, en cambio, no entendieron esta actitud. El acuerdo estaba prácticamente cerrado, aseguraban fuentes cercanas a la presidenta hace unos días, pero apuntan en el equipo gubernamental que Amyts se descolgó con una reclamación que hasta ese momento no había aparecido en las negociaciones, una subida salarial lineal de más de 400 euros para todos los médicos de familia y pediatras de atención primaria.
Este pasado lunes, Ayuso seguía insistiendo en que las reivindicaciones de los sanitarios van más allá y, aun defendiendo que es legítimo que busquen mejores condiciones laborales, dijo no entender la actitud de los representantes de los médicos e insistió en que también se está haciendo un uso “político” de esta crisis. Recordaba la presidenta que la huelga no estaba siendo “secundada por todo el sector, solo por una parte de los médicos” y criticaba a Amyts porque “tanto la convocatoria (en referencia a la huelga) como la ruptura de las negociaciones en la mesa las hicieron de forma unilateral, también los cambios de criterio. Nosotros hemos estado en todo momento a disposición de ellos porque lo que queremos es mejorar nuestra sanidad”. Reconoció que “hay unos problemas evidentes que lastran a la atención primaria” y que había que “mejorar la situación de los profesionales sanitarios”, adelantando ya el lunes que su Gobierno estaba “preparando medidas para trasladarlas al conjunto de la sanidad pública”.