DOHA (Enviado especial).- Desde que se realizó la inscripción y se hizo el sorteo de la venta de entradas para Qatar 2022, uno de los principales problemas para los argentinos fue el tercer partido. El encuentro contra Polonia. Fue el cotejo en el que menos tickets se asignaron para los simpatizantes albicelestes. Y en las horas previas al decisivo encuentro que el equipo de Lionel Scaloni jugará esta tarde, desde las 16 (22 locales), la FIFA mostró su preocupación por la gran cantidad de personas que se acercaron a los centros de localidades para reclamar una solución. Por eso, las autoridades locales, en conjunto con las que llegaron desde la Argentina, analizan realizar un cordón más amplio para no dejar llegar a los fanáticos que no tengan boletos cerca del estadio 974.
Uno de los principales problemas que se presentaron para este encuentro entre la selección argentina y la de Polonia es la capacidad del escenario, que tiene una capacidad para 40.000 espectadores. Teniendo en cuenta que en Lusail, donde disputó los dos primeros partidos, ante Arabia Saudita y México, la capacidad es superior a las 80.000 localidades, el match de esta tarde puede generar inconvenientes en la afluencia de los simpatizantes argentinos.
El estadio Lusail tenía el doble de capacidad que el 974, donde jugarán Argentina vs. Polonia (Aníbal Greco/)
En todos los estadios los fanáticos tienen posibilidades de llegar hasta lugares muy cercanos a la cancha y en el 974 en especial, que está ubicado en Ras Abu Aboud, y está a unos 150 metros del Golfo Pérsico, todavía es más fácil llegar hasta zonas cercanas. Por lo tanto, se espera que los controles se intensifiquen. Además de los controles habituales, se instalará un segundo cordón de control más lejano, con la intención de evitar que los hinchas sin entradas se agolpen en las cercanías del estadio. La intención es evitar amontonamientos e incidentes.
Ya en las distintas escalas de los vuelos que trajeron cerca de 30.000 argentinos a Doha, uno de los comentarios más escuchados era ese: “¿Ya conseguiste entradas para el partido con Polonia?”, “Me pidieron 800 dólares en una reventa”, “Por esa plata la compro ya, porque no hay nada”.
El día del partido todavía hay mucha gente desesperada por conseguir un lugar. La reventa elevó sus precios. En algunos sitios ya se pide entre 1000 y 1200 dólares por una localidad para ver el duelo entre Messi y Lewandowski.
Sin embargo, ese el disparador, pero también la negociación juega en favor del comprador a medida que se acerca la hora del partido y los dueños de las entradas no quieren perder la posibilidad de ganar dinero. Algunos argentinos que transitaban la zona de Souq Waqif, el polo gastronómico en el centro de Doha, consiguieron tickets por valores entre los 500 y los 700 dólares.
Vale aclarar que los costos originales de las entradas eran de 220 dólares para lo que la FIFA denominó Categoría 1 (en las plateas laterales), de 160 para la Categoría 2 (en los codos) y de 75 u 80 en la Categoría 3 (las cabeceras).
Esos tickets, naturalmente se agostaron apenas se sacaron a la venta hace varios meses. Como las entradas no son nominales, la posibilidad de la reventa se instaló hace varias semanas y el mercado está abierto. El juego entre la desesperación del hincha y la ambición del revendedor, está en pleno desarrollo, a pocas horas del partido más importante para la selección argentina.