El dirigente de Juntos por el Cambio, Javier Iguacel, habló luego de las “últimas palabras” que pronunció Cristina Kirchner en el marco de la causa Vialidad -iniciada por una denuncia del actual intendente de Capitán Sarmiento- y comparó la importancia del juicio con el que se le siguió a las juntas militares en 1985.
“Creo que es un caso que nos puede ayudar a dar vuelta la página en la Argentina”, dijo Iguacel en el programa de José Del Rio, Mesa Chica. “Esto es la punta del iceberg. Esto es como la última dictadura que llegamos a la instancia de decir ‘nunca más a las interrupciones democráticas’ y hoy tenemos que decir nunca más a la corrupción”, explicó.
Y agregó: “Personalmente firmé esa denuncia y lo hice con la conciencia del deber de funcionario público. No venía de la política, no conocía a los personajes. En las denuncias está nombrado José López y no sabía quién era y a las dos semanas vi a bolsos de revolearse. Con lo cual llegamos a una instancia que después de todo un análisis correcto va a haber un fallo”.
Javier Iguacel junto a José del Rio en Mesa Chica (LN+/)
Al hablar sobre la corrupción en el Estado, señaló: “Tengo poca experiencia, seis años en la función pública y mí conclusión es que, de todo el dinero que maneja el Estado y todas las organizaciones a las que el Estado regula, hay un 30 o 40% que se le saca a la gente de trabajo, laburadora, honesta y emprendedora, que es la mayoría, para que se la choreen unos vivos. Es un sistema armado para eso”.
Por ese motivo, argumentó que, cuando asumió como Administrador general de Vialidad Nacional durante el gobierno de Cambiemos, convocó a los empresarios y les advirtió que no toleraría negociaciones espurias en su gestión. “Yo estaba a cargo cuando bajamos el 40% el costo de la obra pública y subimos el 50% de la obra concreta realizada”, dijo y enfatizó: “En ese momento los agarré a todos los empresarios y les dije: ‘No solamente es un delito si existe la coima, sino que si alguien les pide y no lo denuncian yo voy a averiguar y los voy a denunciar’”.
Por último, reflexionó sobre las acusaciones que hicieron los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola contra la vicepresidenta y consideró que se trata de algo “definitivo”. “Yo la veo definitiva. Lo que entendí es que no va presa en el caso de que sea condenada porque hay instancias de apelaciones, pero el hecho de que haya una condena, para mí, es un dato definitivo después de seis años de juicio”, afirmó.
Además, se refirió a la necesidad de que haya una reforma en el Poder Judicial para que los juicios no se dilaten por tanto tiempo. “Habría que empezar a revisar el sistema procesal porque, si después de seis años de juicio, de dos instancias de jueces y no lo digo por este caso, sino también por lo presos comunes porque, por ejemplo, la inseguridad que hay en la provincia de Buenos Aires es tremenda y si en un caso de asesinato después hay una condena y el tipo puede seguir libre, algo hay que cambiar”, propuso.