Empresario confía en su doble nacionalidad para evitar sanciones antirrusas en Noruega

¿Puede la doble nacionalidad proteger de las sanciones impuestas a los rusos? La justicia noruega tendrá que zanjar la cuestión en el juicio al empresario anglorruso Andrei Yakunin, acusado de haber hecho volar ilegalmente unos drones en el Ártico.

Yakunin, de 47 años e hijo de un ex allegado del presidente Vladimir Putin, se declaró inocente este martes en el primer día de su proceso ante el tribunal de Tromsø, en el norte de Noruega.

Las autoridades le reprochan haber hecho volar unos drones el verano pasado en Svalbard, durante un viaje en su yate alrededor de este archipiélago situado en una zona estratégica del Ártico.

Siguiendo el ejemplo de la Unión Europea, a la que no pertenece, Noruega decidió prohibir a ciudadanos y entidades rusas sobrevolar su territorio, en castigo por la invasión rusa de Ucrania.

El país nórdico, que es ahora el mayor proveedor de gas natural de Europa y está muy preocupado por la seguridad de sus instalaciones energéticas, incluyó en la prohibición el uso de drones.

“No se trata en ningún caso de afirmar que el acusado haya espiado de una u otra forma, o que haya actuado de parte de los servicios de inteligencia rusos”, declaró la fiscal Kristin Røhne el martes en sus comentarios iniciales.

“No hay nada que apoye eso. Pero pensamos que el respeto a las normas es importante, incluido en un caso como este”, añadió la fiscal, citada por el diario Verdens Gang.

Andrei Yakunin, presentado como un amante de la naturaleza y de los deportes extremos, reconoce que accionó un dron de ocio para documentar su viaje a Svalbard, tal como demuestran las fotos y videos incautados. Pero rechaza las acusaciones en su contra.

Sus abogados hacen valer la nacionalidad británica obtenida en 2015 por su acaudalado cliente, un empresario actualmente residente en Italia y cuyo único error, dicen, ha sido nacer ruso.

“Hacer volar un dron de ocio en Svalbard en tanto que ciudadano británico no tiene nada de delictivo”, afirmó a AFP uno de sus abogados, Bernt Heiberg.

Yakunin, que abandonó San Petersburgo en 2008, tiene además en la actualidad una relación meramente “marginal” con su país de origen, según su abogado.

– ‘Acciones rusófobas’ –

Además del aspecto inédito desde un punto de vista jurídico, el caso ganó visibilidad por los vínculos familiares del acusado con el Kremlin.

Vladimir Yakunin, padre del imputado, fue presidente de la compañía rusa de ferrocarriles, y en ocasiones se le presentó como un confidente de Putin, lo que le ha costado figurar en la lista de sancionados de varios países.

Una filiación “que no creo que tenga influencia concreta en el caso”, según el letrado Heiberg.

En una entrevista con el canal TV2 la semana pasada, Andrei Yakunin afirmó que él no tiene ninguna relación directa con el presidente ruso, y destacó que se pronunció muy pronto contra la invasión de Ucrania.

El hombre de negocios está en prisión preventiva desde mitad de octubre, y no es el único ruso que ha tenido problemas últimamente con la justicia noruega.

En las últimas semanas, cerca de diez ciudadanos rusos fueron detenidos en el país nórdico por haber hecho volar drones o haber fotografiado lugares sensibles.

Uno de ellos, un ruso que abandonó su país para evitar verse enrolado en el ejército, fue condenado la semana pasada a 90 días de prisión firme por haber hecho volar un dron “en varias ocasiones” en el sur de Noruega.

Otro, que fue detenido en posesión de dos drones y tres pasaportes de Rusia e Israel, recibió el martes una pena de 120 días de cárcel, según la prensa noruega.

Detenciones todas ellas “inaceptables” según Moscú.

El lunes, el embajador noruego fue convocado en el ministerio ruso de Relaciones Exteriores, que urgió a Oslo a “poner fin a estas acciones rusófobas y a la persecución de ciudadanos rusos en base a su nacionalidad”.

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