¿Poca paciencia? Conseguí el jardín frondoso que siempre soñaste con estas plantas que crecen rápido

El desarrollo de un jardín es un proceso para disfrutar día a día. Pero, puede haber cierto apuro por encontrar maneras para cercar, cubrir vistas, sombrear y disfrutar del volumen más rápidamente.

Hay algunas soluciones para llenar los espacios vacíos que dejan las plantas por crecer. La más simple es utilizar plantas anuales grandes, altas que, terminado el ciclo, desaparecerán sin dejarnos pena.

Cosmos, la planta del millón de flores

Cosmos

Alcanzan cerca de un metro de altura.

El Cosmos bipinnatus –de flores en todos los tonos de rosa, rojo y blanco– mide un poco más, y el C. sulphureus –de flores amarillas o naranjas– unos centímetros menos; pero ambas traen la alegría de sus margaritas veraniegas ondeando con el viento.

Es mejor ubicarlos al sol, en suelos con buen drenaje y preferentemente sin demasiada fertilidad. Se siembran entre fin de invierno y primavera (según la zona) directamente en el suelo y lo óptimo es que haya unos 50 cm de distancia entre plantas.

¿Cómo se logra? Poniendo meticulosamente dos o tres semillas con esa distancia o sembrando ralo y luego entresacando las plantas más débiles. Si las condiciones del lugar son buenas, suelen resembrarse espontáneamente de un año a otro.

Cosmos bipinnatus. (Florencia Cesio/)

Zinias

Las de variedades altas –de entre 60 y 80 cm de altura– son perfectas para sembrar en grandes macizos multicolores, que atraerán todas las miradas y a las mariposas en la plenitud del verano.

Las zinias crecen bien en canteros (Inés Clusellas/)

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Herbáceas perennes

También son una solución para dar volumen rápido, como la cana o achira (Canna) y el topinambur. Aunque en este caso resultan difíciles de sacar una vez que la vegetación planificada lo exija. Lo bueno es que pueden luego reubicarse fácilmente o regalarse.

El topinambur llega hasta los 2 metros de altura y forma matas importantes gracias a la rápida generación de tubérculos. Se llama Helianthus tuberosus y produce múltiples inflorescencias también amarillas, de unos 10 cm de diámetro.

Izquierda: Zinnia elegans (zinia o flor de papel). Derecha: Helianthus tuberosus (topinambur). (Florencia Cesio/)

Dama de noche

No es raro que, buscando sombra rápida, se recurra a pérgolas que algunas veces en una o dos temporadas pueden estar cubiertas de follaje, a diferencia de los árboles que suelen tardar mucho más en proyectar una buena y refrescante sombra.

No existen los porotos mágicos que crecen en una noche, pero algunas trepadoras son veloces, como la dama de noche (Ipomoea alba), que dará sombra durante el día con sus grandes hojas acorazonadas; además, en verano y hasta los primeros fríos, florece con campanas blancas y fragantes que abren hacia el atardecer para llamar a sus polinizadores y ambientar las reuniones nocturnas en el jardín.

Ipomoea alba (Ing. Agr. Gabriela Benito/)

Salvias

Los subarbustos son muy convenientes para ocupar rápido un espacio.

De crecimiento veloz es la salvia rusa (Perovskia atriplicifolia), de follaje gris y flores azulinas, que alcanza 1,5 m de altura.

También puede considerarse la salvia azul (Salvia guaranitica), aunque avanza en el terreno y cuesta con el tiempo controlarla, o la Salvia ‘Amistad’, un híbrido de flores violetas que atrae igualmente a los picaflores y que no ocupa invasivamente el espacio.

Izq.: Salvia guaranitica: es de extensa floración, atrae a picaflores y polinizadores. Suele ser bastante invasora. Der.: Perovskia atriplicifolia: su follaje es etéreo y sus flores atraen mariposas. No tolera el encharcamiento (Archivo/)

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Kiri

Entre los árboles floridos, el kiri (Paulownia tomentosa) crece rapidísimo.

Se introdujo en el país como forestal y de allí subyugó como ornamental por sus grandes inflorescencias azulinas, que aparecen en primavera, antes que las grandes hojas.

Puede alcanzar más de 15 m de altura y 10 de diámetro.

Izquierda: Salvia guaranitica (salvia azul). Derecha: Paulownia tomentosa (kiri). (Florencia Cesio/)

RÁPIDO VS. LENTO

Hay plantas que crecen rápido por su propia naturaleza, pero deben tener condiciones externas adecuadas para ello, es decir, estar establecidas en un medio que deje expresar su posibilidad genética. El clima, la insolación, el tipo de suelo deben ser los apropiados.Las plantas anuales crecen obligadamente rápido, en una sola temporada alcanzan su tamaño definitivo, se reproducen y luego deviene su decadencia.El rápido crecimiento de arbustos y árboles suele estar relacionado con una vida relativamente más corta que la de los de crecimiento lento. Así, por ejemplo, el longevo boj puede alcanzar 3 metros o más si se deja crecer libremente; de esta altura se los suele ver en jardines muy añosos. En general, las plantas de crecimiento rápido viven menos.Si se opta por una planta de crecimiento rápido para armar un cerco formal en poco tiempo, tendrá como contrapartida un intenso trabajo de poda. Un cerco de lento crecimiento requiere espera, pero luego el mantenimiento será más liviano. 

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