El Gran Premio de Miami resultó la imagen que explota Liberty Media, la empresa estadounidense responsable de la promoción y de los derechos comerciales de la Fórmula 1: show, estrellas del espectáculo, el deporte y la música y un ambiente ideal para el público. Estados Unidos será anfitrión de tres fechas en el calendario 2023, porque a Austin y a Miami se le sumará el regreso de Las Vegas. Ningún país ofreció en la historia una diversidad de sedes tan amplia y el desembarco de Logan Sargeant en Williams completará el sueño americano en la F.1. De 21 años, ocupará una plaza que el paddock imaginó que sería de Colton Herta: el californiano que compite en IndyCar, con Andretti Autosport, hizo ensayos en McLaren y Red Bull pretendía treparlo a uno de los asientos de Alpha Tauri. Pero, sin licencia, la aventura se desvaneció.
Logan Sargeant alistado en Williams para la primera práctica en el Gran Premio de Estados Unidos, en Austin; piloto de la Academia en 2021 será el reemplazante de Nicholas Latifi en la escudería de Grove para la próxima temporada
Alexander Rossi resultó el último piloto estadounidense en la F.1: cinco grandes premios en 2015 en Manor-Marussia, con el decimosegundo puesto en el GP de EE.UU. como mejor clasificador, la campaña del ganador de las 500 Millas de Indianápolis de 2016. Pero hay que viajar a 2006 para descubrir a quien fue el último americano que completó una temporada en el Gran Circo: Scott Speed, en Toro Rosso –ahora Alpha Tauri- participó de las 18 citas de ese calendario y el noveno puesto en Australia, su mejor performance. El californiano inició el calendario 2007, aunque fue cortado, después del GP de Europa, en Nürburgring.
“La F.1 es fuerte en los Estados Unidos, aunque no haya un piloto o un equipo estadounidense”, comentó en septiembre Zak Brown, el CEO de McLaren. “Sería ideal que se completaran los dos escenarios”, opinó quien tenía bajo su llave a Herta y apoyaba el ingreso del equipo Andretti al Gran Circo: “Es una persona que puede hacer crecer este deporte. Lo que podríamos perder a corto plazo al dividir los premios volverá a nosotros con más índices de audiencia televisiva, mas patrocinios… Pocos equipos tratan de proteger sus ingresos y no ven el panorama general”, apuntó el jefe de la escudería de Woking, sobre el deseo Mario Andretti de incorporarse con su estructura, lo que fue rechazado por la F.1.
Williams utilizó a Nyck de Vries en el auto de Alexander Albon en el primer entrenamiento del GP de España –la F.1 estableció que en 2022 cada escudería debía ensayar con un piloto novato o que no haya participado en más de dos grandes premios- y el nombre del neerlandés –campeón de la Fórmula E- asomó como una señal de riesgo para el futuro de Nicholas Latifi. El noveno puesto en el GP de Japón resultó una meta insuficiente para el canadiense, que con su accidente en Abu Dhabi en 2021 cambió el rumbo del Mundial de Pilotos del año pasado. Las premoniciones se confirmaron con la firma de Sargeant, que estaba asociado a Williams como piloto de la Academia.
El show de la Fórmula 1: Max Verstappen, ganador en el estreno del Gran Premio de Miami, celebra la victoria con un casco de fútbol americano; Estados Unidos tendrá tres estaciones en el calendario de 2023: Miami, Austin y Las Vegas (MARK THOMPSON/)
De Boca Ratón, Florida, el karting fue el medio de iniciación del talento que nació el 31 de diciembre de 2000. La trayectoria en Estados Unidos apenas duró hasta los ocho años: se mudó a Europa con la intención de escalar hasta el Gran Circo. En 2015 se consagró campeón del Mundial de Karting de la FIA, ese que en el pasado también ganaron estrellas como Fernando Alonso y Charles Leclerc; con el título se convirtió en el segundo estadounidense en ganarlo, después de Lake Speed, en 1978. El estreno en Fórmulas fue en 2016, en la deslucida F.4 de los Emiratos Árabes; finalizado el campeonato –subcampeón entre los cinco pilotos que completaron la temporada- continuó compitiendo en la F.4 Británica, donde tuvo las primeras pulseadas con el australiano Oscar Piastri, de la Academia Alpine y que firmó con McLaren para 2023.
La Fórmula Renault y la F.3 de la FIA, la escalera ascendente: primero con el equipo Carlin y más tarde –en 2020- con Prema, donde batalla por el título. Un toque en la última carrera con Théo Pourchaire lo dejó vacío y la corona quedó en manos de Piastri. El año pasado repitió la experiencia en la misma categoría, cuando el ambiente vaticinaba el retorno al automovilismo estadounidense. No mejoró los resultados de 2020, pero se abrió la puerta de Williams, que lo sentó en una butaca en Carlin, en la Fórmula 2, donde el triunfo en Silverstone lo consolidó para el futuro, además de ser el primer piloto de su nacionalidad en ganar en la categoría.
Alexander Albon será el compañero de Logan Sargeant en la escudería Williams, que terminó última en el Mundial de Constructores 2022, con apenas ocho puntos
“Es bueno para la F.1 tener a un piloto estadounidense, pero no elegimos a Logan en la Academia porque sea estadounidense: lo elegimos por su éxito y su pasado. Si tienes un piloto joven que está listo para la F.1 y tienes el asiento, hay que subir a estos pilotos en esa butaca. De lo contrario, se hizo algo mal”, comentó Jos Capito, el jefe de Williams.
La figura de Sargeant igualmente atraerá sponsors estadounidenses en una escudería que tiene como propietario al grupo Dorilton Capital, un fondo de inversión americano. El aporte principal de la campaña cuando era un adolescente lo hizo su abuelo Harry Sargeant III, magnate con negocios que se diversifican entre la energía –principalmente el petróleo- y el transporte marítimo. La fortuna del empresario está estimada en 2000 millones de dólares. y además del poder económico tiene contactos políticos, destacándose el vínculo con el expresidente Donald Trump, a quien apoyó con aportes en la campaña que llevó al candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca en 2017.
El boom de la Fórmula 1 en los Estados Unidos se reflejó en el récord en el número de asistentes en un fin de semana en Austin en 2022: 440 mil personas visitaron el Circuito de las Américas (Charlie Neibergall/)
Seis años atrás, la Fórmula E resultaba más atractiva y con mayor audiencia que la F.1 en los Estados Unidos. El público observaba al Gran Circo como una categoría europea y priorizaban la IndyCar y el NASCAR. Liberty Media revisó el negocio y ensayó una apertura para captar seguidores y, en particular, estimular a los jóvenes: se abrió a las redes sociales, modernizó su web para una plataforma de pago por visión online y de contenido multimedia y un juego Fantasy… La serie Drive to Survive, de Netflix, espoleó el boom y ahora los documentales y películas con eje en la F.1 se multiplican: Brad Pitt estuvo presente en Austin involucrándose en un proyecto que tiene a Lewis Hamilton como productor.
Drive to Survive, la serie de Netflix sobre la Fórmula 1, una de las aristas que provocó que el Gran Circo penetre en el público estadounidense (Captura Netflix/)
En la próxima temporada, la más extensa de la historia, con 24 estaciones, Estados Unidos tendrá tres grandes premios y a un piloto en la F.1. Haas, con sedes en Kannapolis (Estados Unidos) y Banbury (Gran Bretaña), completaría la trilogía del sueño americano del Gran Circo.