Chevron espera por cargamentos de petróleo venezolano, pero pdvsa exige pagos

Por Marianna Parraga

HOUSTON, 28 nov (Reuters) – Chevron Corp aspira a
recibir los primeros cargamentos de petróleo venezolano tan
pronto como en diciembre tras la emisión de una licencia por
parte de Estados Unidos el fin de semana, pero Caracas podría no
estar tan dispuesta debido a que las sanciones estadounidenses
continúan restringiendo los pagos a la nación, dijeron personas
familiarizadas con el asunto.

Estados Unidos otorgó el sábado una licencia de seis meses a
Chevron para operar en Venezuela, restableciendo los
privilegios que tenía para comercializar crudo, al tiempo que
prohibió el intercambio de efectivo y exigió que los cargamentos
sean dirigidos a refinerías estadounidenses.

Ejecutivos de la petrolera estatal venezolana PDVSA
inicialmente dieron la bienvenida a la autorización al
considerar que marcará su reingreso a Estados Unidos, que alguna
vez fue el mercado más importante del país. Pero están menos
entusiasmados con los términos de la licencia, que impiden a
Chevron rembolsar costos operativos o pagar impuestos y regalías
en Venezuela, según las personas.

PDVSA y el Ministerio de Petróleo de Venezuela no
respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.

Al 23 de noviembre, la empresa mixta Petropiar en la Faja
del Orinoco -la más grande en operación entre PDVSA y Chevron-
tenía 1,79 millones de barriles de crudo exportable en
inventario, mostró un documento visto por Reuters. La producción
de petróleo del proyecto Petroboscán, en el estado occidental de
Zulia, se detuvo este año debido a su incapacidad para seguir
acumulando inventarios que no podían exportarse.

Los obstáculos pronto podrían multiplicarse: otra empresa
con un reclamo pendiente de alrededor de 1.000 millones de
dólares contra Venezuela dijo el lunes que espera una
consideración similar.

“Si se puede pagar a acreedores no garantizados, entonces el
gobierno de Estados Unidos debería permitir que se pague a
Crystallex, que es un acreedor garantizado”, dijo Rahim Moloo,
socio del bufete de abogados Gibson Dunn que representa a la
empresa minera canadiense Crystallex.

Cualquier relajación de los términos de la licencia a
Chevron depende del progreso en conversaciones políticas entre
enviados del presidente Nicolás Maduro y la oposición que se
reanudaron el sábado en México, dijo un portavoz del Consejo de
Seguridad Nacional de Estados Unidos.

La Casa Blanca está “abierta a calibrar aún más” las
sanciones, agregó la persona, pero cualquier flexibilización
depende del progreso en la aceptación de un calendario electoral
en Venezuela, la reincorporación de candidatos excluidos, la
devolución de los partidos políticos a sus líderes legítimos y
el acceso de observadores internacionales a los comicios.

Beneficios limitados

Chevron había negociado un acuerdo con PDVSA este año que
establecía que los ingresos por exportaciones petroleras de las
empresas mixtas se distribuirían de manera similar a los
términos que rigieron hasta 2020: alrededor de un tercio iría a
pago de deuda, otro tercio para rembolsar gastos operativos a
PDVSA y el tercio final para gastos de capital.

Pero Washington parece haber aprobado sólo la amortización
de deuda y las inversiones de capital directamente realizadas
por Chevron, dejando de lado los pagos de impuestos y regalías.

Washington también emitió una renovación separada de seis
meses para que las empresas de servicios petroleros mantengan
operaciones en Venezuela, pero sin autorizarles a perforar,
reparar pozos o contratar personal o servicios adicionales.

Un portavoz de Chevron declinó comentar de inmediato. El
Departamento del Tesoro de Estados Unidos declinó comentar.

Las restricciones podrían, en última instancia, limitar el
empuje a la producción y las exportaciones de petróleo de la
nación sudamericana, dijeron analistas, a menos que Washington
otorgue nuevas autorizaciones si las conversaciones políticas
progresan en México.

A principios de este año, funcionarios estadounidenses
redoblaron esfuerzos para alentar el diálogo político y devolver
parte del crudo venezolano a mercados afectados por los cortes
de suministros rusos tras su invasión a Ucrania.

Esos esfuerzos llevaron a la liberación de dos venezolanos
condenados por cargos de drogas en Estados Unidos y el regreso
de al menos nueve estadounidenses encarcelados en Venezuela,
mientras que las petroleras europeas Eni y Repsol
fueron autorizadas a tomar crudo venezolano para el
repago de deuda.

La casa de bolsa Credit Suisse dijo en una nota el lunes que
la relajación inicial de las sanciones tendrá “poco efecto” en
los riesgos de suministro de Europa por las sanciones a Rusia.

¿están los cargamentos en riesgo?

Los cargamentos de petróleo venezolano por entregar a
Chevron enfrentan posibles incautaciones por parte de acreedores
que han avanzado en casos de arbitraje y sentencias judiciales,
dijeron expertos comerciales y abogados.

Además de Crystallex, la petrolera ConocoPhillips
tiene un fallo a su favor de 1.200 millones de dólares contra
Venezuela y anteriormente buscó embargar activos caribeños de
PDVSA. Un portavoz declinó hacer comentarios, pero la compañía
ha dicho que continuaría con sus reclamos en cualquier parte del
mundo.

Las exportaciones de petróleo de PDVSA a Estados Unidos se
detuvieron por completo a principios de 2019, luego de las
sanciones comerciales de Washington, diseñadas para despojar del
cargo a Maduro, cuya reelección de 2018 fue calificada de farsa
por la mayoría de los países occidentales.

Washington reconoce al opositor Juan Guaidó como líder
legítimo del país. El activo extranjero más importante de PDVSA,
el circuito refinador Citgo Petroleum con sede en Houston, está
controlado por juntas designadas por Guaidó y ratificadas por un
tribunal estadounidense.

Pero Maduro se ha mantenido en el poder con el apoyo de las
fuerzas armadas y países aliados, incluidos Rusia e Irán.
También controla PDVSA.

Al darle corta rienda a las exportaciones petroleras
venezolanas, Washington busca ganar el apoyo del Congreso, que
se ha mantenido escéptico de cualquier acuerdo con Maduro. El
senador estadounidense Bob Menéndez, presidente del Comité de
Relaciones Exteriores del Senado, dijo el sábado que apoyaba
“una solución negociada a la prolongada crisis de Venezuela”,
pero agregó que si Maduro intenta nuevamente usar estas
conversaciones sólo para ganar tiempo, Estados Unidos y sus
socios “deberían reintegrar todo el vigor de las sanciones”.
(Reporte de Marianna Párraga; reporte adicional de Gary
McWilliams)

 

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