Frances Northcutt, una ingeniera clave para llegar a la Luna

Frances Marian Northcutt, más conocida en sus círculos cercanos como “Poppy”, nació en Luisiana el 10 de agosto de 1943, sin embargo, muy pronto su familia se mudaría al estado de Texas, donde cursó la escuela secundaria y luego estudió matemáticas en la Universidad de Texas en Austin. A modo de rechazo ante el papel que la sociedad americana de mediados del siglo XX tenía reservado para las mujeres, el de esposa, enfermera, maestra o secretaria, Northcutt decidió estudiar matemáticas. Lo hizo por varias razones, entre ellas por tener un don para las mismas, pero también por ser en aquel entonces un campo reservado casi en exclusiva para los hombres y que además podía reportarle un sueldo superior al de la media de la época.

Tras graduarse en matemáticas en un tiempo récord de tan solo 3 años y medio, Northcutt pasaría a engrosar en 1965 las filas de la compañía aeroespacial, TRW Systems, la cual colaboraba con la NASA en el programa Apolo. En esta desempeñaría primero el papel de calculadora o computadora humana, que es como se conocía a las mujeres que hacían los cálculos más monótonos, pero tan solo 15 meses después sería promocionada como ingeniera asalariada: la primera y entonces única mujer en el equipo en alcanzar este puesto.

Una ingeniera entre hombres

Con anterioridad, Poppy había estado haciendo cálculos numéricos para el programa Gemini, el antecesor del programa Apolo de la NASA. No obstante, en 1968 fue ascendida a ingeniera en la sala de Planificación y Análisis de Misiones del Centro de control, convirtiéndose en la primera mujer ingeniera en trabajar como parte del mismo, y donde trabajó con el equipo de ingenieros que diseñaron la trayectoria de regreso a la Tierra del Apolo 8.

Northcutt y su equipo tenían que calcular los ángulos a los que se debían encender los propulsores y durante cuánto tiempo para asegurar que la nave se mantuviera en la trayectoria correcta para regresar a la Tierra, lo que se conoce como “el corredor de reentrada”. De hecho, Poppy descubrió aspectos clave que identificaron errores en el plan antes de que fueran ejecutados. La responsabilidad de su equipo era tal que en caso de producirse algún imprevisto eran ellos mismos los que debían hacer cálculos in situ y cambios para asegurar el regreso seguro de los astronautas. El Apolo 8 fue la segunda nave espacial tripulada del programa Apolo y se convirtió en la primera misión en abandonar la órbita terrestre. Alcanzó con éxito la Luna, y la orbitó regresando a la Tierra el 27 de diciembre de 1968.

Una ingeniera clave en las misiones Apolo

Northcutt continuó trabajando con TRW y la NASA durante varios años más, como un miembro fundamental de algunas de las misiones más históricas de la NASA, como las del Apolo 11 y 13. Durante esta última, la del Apolo 13, desempeñaría un papel clave al producirse una explosión en unos de los tanques de oxígeno que puso en peligro la misión. Así, el equipo de Northcutt hubieron de encontrar la manera de que los astronautas regresaran a salvo a casa, siento el programa que desarrollaron el responsable de realizar con éxito los cálculos que lo hicieron posible y recibiendo con ellos la Medalla Presidencial de la Libertad

Al finalizar las misiones Apolo, Northcutt permaneció contratada con la empresa TRW Systems durante una década hasta que en 1981 se graduó en derecho por la Universidad de Houston. Durante los años posteriores se involucró cada vez más profundamente en el Movimiento de liberación de las mujeres, ayudando a allanar el camino tanto de otras mujeres ingenieras en la NASA, como en otros ámbitos, convirtiéndose en un icono del feminismo en la actualidad.

 

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