En torno a 70.000 profesionales trabajan en condiciones laborales “muy precarias” en la sanidad privada madrileña. Se sienten ninguneados. “Nadie se acuerda de nosotros”, se queja Mónica López Sanz, presidenta del comité de empresa del hospital Viamed Santa Elena, en un momento en el que, por los conflictos en la pública, la preocupación por la sanidad vuelve a situarse en primera línea. Mónica es TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) y lleva 25 años trabajando en el sector. Se siente tan “cualificada” como una compañera “que trabaje en el Gregorio Marañón” pero, se lamenta, si se trata de cobrar, el sueldo de una profesional de su categoría puede llegar a ser la mitad en la privada. Los trabajadores se quejan de que, mientras el sector ha multiplicado sus beneficios empresariales con respecto a la etapa pre-pandemia, la patronal se niega a firmar un convenio “digno” que mejore esas condiciones.
La pandemia o el incremento de las listas de espera en cirugías, pruebas diagnósticas y consultas especializadas, ha llevado al “colapso asistencial” en la sanidad pública de la que todo el mundo habla en estos días. Pero, en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el responsable de Sanidad Privada en CCOO de Madrid, Samuel Mosquera, lamenta que esa precariedad también alcanza a la sanidad privada. Critica “la codicia” de la patronal de empresas sanitarias y denuncia salarios y condiciones laborales que, en general, “tienen más que ver con trabajos no cualificados, a pesar de los riesgos y lo sensible de su trabajo“. Mientras, asegura, las cuentas de resultados de estas empresas “crecen sustancialmente”.
Con datos de CCOO Sanidad Madrid, sindicato mayoritario en la sanidad privada regional, Madrid paga 80 millones por derivar pacientes de la sanidad pública a la privada y, en 2021, había incrementado esta transferencia de fondos en un 30% con respecto a 2020. La región está a la cabeza del seguro médico privado en España: cuatro de cada 10 ciudadanos tienen contratado uno. Según un informe recientemente presentado por la patronal nacional – la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE)- un total de 271 hospitales privados (63%) que hay en España tienen algún concierto con la sanidad pública y Cataluña, Madrid y Andalucía son las comunidades que cuentan con un mayor número de hospitales y de camas privadas.
La expansión de los grandes grupos
Samuel Mosquera indica a este diario que los grandes grupos se expanden construyendo o adquiriendo nuevos hospitales, y compran equipos médicos que suponen inversiones millonarias. Los cuatro más pujantes (Quirón, Vithas, HLA y HM Hospitales) facturaron en 2021 cerca de 6.000 millones de euros, un 54% más que en 2016. En Madrid, más del 60% de los hospitales privados tienen conciertos con la sanidad pública, y el Gobierno del PP ha privatizado la gestión de cuatro hospitales públicos (Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro, Hospital de Villalba y Hospital de Torrejón de Ardoz) y semiprivatizado los servicios no sanitarios de otros seis, detalla el representante sindical.
CCOO Sanidad Madrid denuncia que las ratios profesional/paciente son de un tercio menos en hospitalización, y la mitad de personal en UCIs que en la sanidad pública.
Sin embargo, se lamenta Samuel Mosquera, sus profesionales no tienen salarios equiparados y cobran casi un 50% menos en los centros privados, las ratios profesional/paciente son de un tercio menos en hospitalización, y la mitad de personal en UCIs que en la sanidad pública. Además, llama la atención sobre un hecho: muchos de los pacientes que recibe la privada provienen de la pública a través de esos conciertos (pruebas diagnósticas, mamografías…). “Estamos tan relacionados que es difícil separarlo. Muchos de nuestros hospitales atienden a pacientes del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS)”, explica.
“Sabemos perfectamente que en Madrid se han cuadruplicado los seguros médicos y todo eso son beneficios para aseguradoras y empresas que invierten en renovaciones tecnológicas, ampliaciones, nuevos hospitales…”, abunda. Como ejemplo cita que, esta misma semana, HM Hospitales acaba de poner en marcha su octavo centro hospitalario en la Comunidad de Madrid (Hospital Universitario HM Rivas). Pese a esas ganancias del sector, el responsable sindical insiste: los trabajadores de la sanidad privada tienen “condiciones muy precarias”. Celadores, TCAES…diferentes categorías profesionales tienen salarios de poco más de 1.000 euros que se doblan en las mismas categorías en el caso de la pública, asegura.
Mónica López, en el medio, con dos compañeras./
Por eso, advierte Samuel Mosquera, el futuro “se presenta negro” si esas condiciones no mejoran y, lo que es peor, también la sanidad privada comenzará a vivir la “fuga masiva” de profesionales, no sólo a la sanidad pública sino que, los más jóvenes huirán para trabajar fuera de España. Además, subraya, han de vivir “el estigma” de que pertenecen a ese sector que genera “tantos beneficios” y sentirse relegados “siempre a un segundo plano, pese a las condiciones tan nefastas que tenemos”.
Un convenio muy antiguo
“El futuro de la sanidad privada en la región pasa por sus 70.000 profesionales y sino, tenemos un futuro negro, porque no sólo se trata de avances tecnológicos y tener los mejores hospitales de Europa. Todo eso es marketing”, se queja Mosquera quien explica que la patronal madrileña bloquea, desde hace casi un año, la mejora de las condiciones de su personal que incorpora el nuevo convenio colectivo. Un convenio “muy antiguo” señala por su parte Mónica López Sanz, presidenta del comité de empresa del Hospital Viamed Santa Elena, toda una vida trabajando en el sector privado.
Valoro mucho la sanidad pública. Somos complementarios, pero de nosotros nadie se acuerda”, señala Mónica López
López Sanz se retrotrae a hace 25 años, cuando ella comenzó. Entonces, relata, la sanidad privada madrileña estaba formada por pequeños hospitales católicos. Hoy, la mayoría de esos centros han sido comprados por grandes grupos hospitalarios y la situación “ha ido empeorando” paulatinamente para los trabajadores. El coronavirus, añade, no ha hecho más que complicar las cosas y, al igual que en la pública, los sanitarios se quejan de estar desbordados precisamente por esos miles de pacientes que, o tienen seguros privados, o llegan derivados de hospitales públicos por los conciertos.
La TCAE del Viamed Santa Elena incide: sus reclamaciones no sólo son económicas -que también, porque explica que, tras 25 años de antigüedad su sueldo apenas llega a los 1.500 euros, frente a los 2.200 que podría cobrar una compañera de su misma categoría en un hospital público- sino que también pasan por aspectos como poder tener días de asuntos propios, poder conciliar… “Valoro mucho la sanidad pública. Es más, somos complementarios, pero de nosotros nadie se acuerda. Soy tan profesional como una TCAE del Marañón, me siento tan capacitada como ella“, señala. “Que todo el mundo sepa que los profesionales de la privada lo son tanto como los de la pública, pero estamos en peores condiciones”, vuelve a quejarse.
CCOO confía en llegar a un acuerdo con la patronal madrileña del sector “lo antes posible” para, en 2023, actualizar las tablas salariales
Su compañero, Samuel Mosquera, explica, a modo de conclusión que confía en llegar a un acuerdo con la patronal madrileña del sector “lo antes posible” para, en 2023, actualizar las tablas salariales. La mesa negociadora del convenio de establecimientos sanitarios de hospitalización, asistencia sanitaria, consultas y laboratorios de análisis clínicos de la Comunidad de Madrid se constituyó el 1 de marzo de 2021 precisamente para corregir las condiciones de ese convenio “obsoleto”. Desde la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid (ACHPM), consultada por este diario, han preferido no hacer declaraciones precisamente, argumentan, por estar en un proceso de negociación.