Estudian cómo mejorar la previsión de los fenómenos climáticos extremos

Un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha obtenido una ayuda ‘Starting Grant’ del Consejo Europeo de Investigación (ERC), dotada de 1,5 millones de euros, para investigar la química ambiental como forma de pronosticar fenómenos meteorológicos. Durante cinco años, el equipo de Gabriel Chiodoinvestigador del CSIC en el Instituto de Geociencias (IGEO-CSIC-UCM) y del ETH de Zurich estudiará cómo las variaciones en la composición química de la estratosfera pueden afectar a las predicciones climáticas.“El acoplamiento entre composición estratosférica y circulación atmosférica no se tiene en cuenta en la totalidad de modelos actuales de predicción y solo se ha usado en algunos de los modelos que han contribuido al informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático). Al mejorar nuestro conocimiento sobre el papel de la composición química, el proyecto Soclim (Stratospheric composition feedbacks in a changing climate: drivers and mechanisms) contribuiría a mejorar las predicciones de fenómenos extremos”, expone Chiodo.

El proyecto Soclim creará una red internacional que combinará simulaciones numéricas y datos de satélites de última generación, que aportarán datos sobre la composición estratosférica con una resolución espacial y temporal superior a las alcanzadas anteriormente. “Vamos a extender el sistema de predicción estacional del Centro Europeo acoplándolo con un modelo de química y, de esta manera, cuantificar el impacto que tiene incluir estas interacciones en la predicción estacional y sub-estacional, así como en las proyecciones climáticas de dos modelos globales”, indica el investigador.

El proyecto contará con una red de colaboraciones en centros de investigación de Estados Unidos (National Center for Atmospheric Research en Colorado), Inglaterra (Universidad de Cambridge), Alemania (Forschungszentrum Juelich) y Suiza (University of Lausanne, ETH y PMOD), además del Centro de Supercomputación de Barcelona.

Playa del Pinet, en la provincia de Alicante, acosada por el oleaje | AXEL ALVAREZ

“Sabemos muy bien cómo factores antropogénicos, como las emisiones de clorofluorocarburos, óxidos de nitrógeno y metano, afectan a la capa de ozono y el vapor de agua estratosférico”, expone Chiodo, “y también sabemos que ciertas condiciones meteorológicas, como una estratosfera polar más fría de lo normal, conllevan una destrucción masiva de ozono. Eso es, por ejemplo, lo que pasó en primavera de 2020, cuando se abrió un agujero de ozono en el Ártico”, añade.

En estudios anteriores, el equipo de Chiodo ha demostrado que las variaciones en la composición estratosférica en el Ártico pueden, a su vez, afectar a los patrones de circulación atmosférica y causar anomalías climáticas en Europa y Asia.

“Al final, el principal objetivo del proyecto es entender no solamente cómo el clima afecta a la composición estratosférica, sino también cómo ésta afecta a su vez al clima, así como estudiar los mecanismos físicos que rigen este acoplamiento”, concluye el investigador.

El programa Starting Grant que ha otorgado esta ayuda está destinado a ayudar a la creación de grupos de cuyo investigador principal tenga entre dos y siete años de experiencia postdoctoral y cuya actividad investigadora esté en la frontera del conocimiento. Los científicos pueden ser de cualquier país del mundo siempre que desarrollen el trabajo en uno de los estados miembros de la Unión Europea o de los países asociados. En esta edición, el ERC ha concedido más de 400 ayudas.

La “mediterranización” del cambio climático

Las sequías prolongadas, gotas frías más intensas y temporales marítimos que incrementarán su violencia en sus embates contra la costa de todo el litoral mediterráneo, constituyen un fenómeno que los científicos conocen ya como la «mediterranización del cambio climático», según subraya Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. 

Tramo de costa en regresión | Datadista

El climatólogo alicantino insiste en que para explicar esta sucesión de fenómenos hay que echar un vistazo al aumento de la temperatura del mar Mediterráneo, un factor clave que afecta a la circulación atmosférica en general.

En el periodo 2011-2020 la temperatura media en la superficie fue 1,09 grados superior a la existente en el periodo 1850-1900, un incremento que ha sido mayor sobre las zonas terrestres (1,590) que sobre las marinas (0,880). Además, la capa superior del océano (entre 0 y 700 metros de profundidad) ha estado calentándose desde los años 70 del siglo pasado, siendo extremadamente probable que el principal factor causante sean la influencia humana.

Las emisiones de CO2 son la causa principal de la acidificación de los océanos. El nivel medio global del mar se ha incrementado unos 20 cm entre 1901 y 2018. Entre 1901 y 1971 el nivel del mar ascendió a una media de 1,3 mm/año. Pasó a 1,9 mm/año entre 1971 y 2006 y ascendió a 3,7 mm/año en el periodo 2006-2018.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: [email protected]

 

 

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