DOHA (Enviado especial).- Los nombres de Robert Lewandowski y Piotr Zielinski, aparecen como denominador común entre los miles de fanáticos polacos que van y vienen por el tradicional mercado de Souq Waqif. Se amplifica el fervor en las calles de Corniche, sigue la locura por el choque contra la selección argentina, el que puede definir todo. En Qatar Beach son cientos los hinchas polacos y encuentra la misma sintonía en la lujosísima La Perla. Pero la efervescencia cambia con sólo pronunciar un nombre y un apodo: Czeslaw Michniewicz y “El Barbero”. Las caras lucen con una mueca extraña, aseguran no estar tan seguros de nada y como que pretenden desentenderse del tema. Es que el entrenador de la selección de Polonia llegó a esta Copa del Mundo envuelto en un escándalo, ya que está bajo la lupa por supuestos arreglos de partidos.
Rápidamente todos instalan la rivalidad entre Messi y Lewandowski. Gritan, son efusivos, confiesan que no estaría nada mal poder tomar una cerveza, que ya extrañan el ritual. Prefieren dejar en claro que lo único importante es lo que pasará el miércoles próximo en el duelo entre la selección argentina y la de Polonia, en el estadio 974. Nadie quiere abordar el tema Michniewicz. Lo concreto es que el portal Wirtualna Polska, indicó que el entrenador tenía una relación estrecha con Ryszard Forbrich, conocido como El Barbero, uno de los hombres que maneja el fútbol en Polonia.
Czeslaw Michniewicz (ANDREJ ISAKOVIC/)
El vínculo entre ambos comenzó en el 96, cuando el entrenador era arquero en la segunda división de Polinia y “El Barbero” lo llevó a Primera División. Ahí, habría tomado parte en la eliminación de su equipo, en un partido que despertó sospechas. Según publica dicho portal, ambos mantuvieron exactamente 591 conversaciones entre julio de 2003 y julio de 2005, que duraron en total más de 27 horas, y muchas de ellas se dieron justo antes o después de los partidos, que se sospecha que fueron amañados.
La fiscalía investigó 11 partidos de Lech Poznan, entre julio de 2003 y julio de 2005, e incluso, hubo dos detenidos por esa causa, pero Michniewicz no fue encontrado culpable. Es más, el entrenador de Polonia niega todo el tiempo haber participado en el procedimiento ilegal y demandó al periodista Szymon Jadczak. “Si hubiera sido sentenciado no estaría con nosotros. Decirle mafioso es una ofensa”, describió Cezary Kulesza, presidente de la Federación Polaca.
Michniewicz, el “Mourinho polaco”, es el entrenador de la selección de Polonia desde el 31 de enero de 2022 y llegó a esta Copa del Mundo resistido y con poca estabilidad, después de la escandalosa salida de Pablo Sousa. El portugués abandonó su cargo sorpresivamente a pocos días de tener que disputar el repechaje y, aunque su renuncia no fue aceptada, decidió pagar la cláusula de rescisión lo señalaron como “desertor e irresponsable”. Se fue para dirigir a Flamengo y apenas esa aventura duró 6 meses.
Piotr Zielinski de Polonia anota durante el partido contra Arabia Saudita por el grupo C de la Copa Mundial, en el estadio de la Ciudad de la Educación en Al Rayyan, Qatar, el sábado 26 de noviembre de 2022. (Foto AP/Manu Fernández)
La asociación nacional de Polonia tuvo muchos problemas para conseguir un entrenador que quisiera asumir esa empresa y encontró a Michniewicz que cuando tomó las riendas del equipo recibió muchísimas críticas de los medios locales y hasta de excolegas. El legendario arquero Jan Tomaszewski fue lapidario y lo acusó de tener un “aquelarre” en el plantel y de que su mandato en el seleccionado significaba “un momento negro para el fútbol polaco”.
Michniewicz no tiene experiencia internacional como entrenador, sólo se desempeñó en la liga polaca, lo que también despertó muchas miradas desconfiadas. Su trayectoria comenzó en 2003 con Lech Poznan y después pasó por 9 equipos del fútbol local. No es de los entrenadores más galardonados, apenas tiene en su vitrina la conquista de la Ekstraklasa y una Supercopa de Polnia con el Zaglebie Lubin, también una Copa de Polonia y una Supercopa con Lech Poznan.
Czeslaw Michniewicz (KHALED DESOUKI/)
Lentamente fue cambiando algunas posiciones de los medios locales este entrenador de gestos amables, palabras ajustadas para calmar las críticas. The Special One polaco, es un personaje de casi 1.90 de altura, con cerca de 100 kilos encima y una mirada profunda. Sus jugadores eluden los temas que rodean a su conductor si los consultan, casi con la misma cara de “no sé de qué hablan” que ponen los hinchas aquí cuando se les pregunta por Michniewicz.
“No queremos ser uno de los 16 que se vayan a casa. Observando a nuestros jugadores, tenemos a muchos con dilatada experiencia y a gente joven. Esta combinación es la adecuada para estar satisfechos con nuestro equipo”. La frase del entrenador de Polonia, el Mourinho polaco, permite comprender que a pesar de los escándalos que sobrevuelan por su cabeza, su único objetivo es seguir adelante en esta Copa del Mundo. Así los hinchas aquí, sólo tendrán que ocuparse de hablar de Lewandowski y Zielinski.
Lo mejor de Polonia vs. Arabia