La policía de Ecuador capturó a siete hombres armados que este domingo entraron a un hospital y tomaron a cuatro rehenes, informó el presidente Guillermo Lasso, cuyo país enfrenta el azote de la violencia del narco.
La intervención de los uniformados “logró detener a los 7 delincuentes, liberar 4 rehenes y salvar vidas” en el hospital Napoleón Dávila de la costera localidad de Chone, en la provincia de Manabí (suroeste), escribió el mandatario en Twitter.
Los delincuentes ingresaron al hospital cerca de las 20H00 locales (01H00 GMT) para “asesinar a alias Cara Sucia”, precisó la Secretaría General de Comunicación, un criminal que según la prensa local se encontraba allí internado.
La cartera añadió que el centro de salud y la ciudad de Chone “están bajo control”.
En imágenes divulgadas por Lasso se observa a un policía armado en uno de los accesos a la casa de salud.
Medios locales difundieron otros videos que fueron verificados por la cartera de Interior. En uno aparecen seis hombres boca abajo contra el piso y a un grupo de policías que acorralan a otro sujeto.
En otro, una mujer vestida de blanco es usada como escudo por los delincuentes armados. “No disparen que yo tengo una hija, abran la puerta”, grita desesperada.
Por su parte el ministro del Interior, Juan Zapata, informó que “no hay heridos, ni fallecidos”.
“¡Quienes causen zozobra en la sociedad afrontarán las consecuencias!”, advirtió Zapata en Twitter.
Ecuador ha visto crecer la violencia de bandas criminales asociadas con el narcotráfico. Las incautaciones de droga también van al alza. Solo este domingo, la Armada decomisó 1,2 toneladas en una lancha que estaba en la costa frente a Manabí.
En 2021, el país decomisó el récord de 210 toneladas y en lo corrido de este año las incautaciones alcanzan las 170 toneladas.
La violencia también ha crecido en las cárceles del país, donde las bandas se disputan a muerte las rutas para el tráfico de droga. Desde febrero de 2021, se han producido una decena de matanzas carcelarias que dejan cerca de 400 reclusos muertos, muchos de ellos desmembrados e incinerados.
Guayaquil es uno de los lugares más golpeados por el narco. A inicios de este mes la violencia alcanzó sus niveles más altos cuando bandas propiciaron balaceras y estallaron coches bomba en gasolineras y estaciones policiales.
La ofensiva fue una represalia por el traslado de unos 2.400 presos. Para contener el impacto de la violencia Lasso declaró el estado de excepción y un toque de queda en las provincias costeras de Guayas (cuya capital es Guayaquil), Esmeraldas (fronteriza con Colombia) y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Pld/atm
