Las 3 apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa

El 27 de noviembre de cada año se celebra el Día de la Virgen de la Medalla Milagrosa: una fecha fundamental del calendario católico ya que recuerda la jornada en que la Santísima Virgen se le apareció a Catalina Labouré para encargarle la misión de crear una medalla que transmitiera su imagen y valores.

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Catalina Labouré nació en Francia el 2 de mayo de 1806 y, desde muy joven, comprendió que su vida estaría dedicada a la religión y al servicio de los más necesitados. Cuando tenía 14 años, vio cómo su hermana mayor ingresaba a las Hijas de la Caridad, una congregación que se dedica a ayudar y acompañar a los pobres enfermos. Ella quiso seguir sus pasos, pero su padre no la dejó porque que creía que debía casarse y formar una familia.

De todos modos, una década más tarde, a los 24 años, y aún con la certeza de que su vida no podía seguir por otro camino, Catalina finalmente se unió a las Hijas. Fue entonces cuando tuvo el primer encuentro con la Virgen María.

Catalina Labouré y su primer encuentro con la Virgen María

Catalina Labouré vio por primera vez a la Virgen María cuando tenía 24 años.

Ocurrió la noche del 18 de julio de 1830, cuando un ángel con forma de niño se le presentó y le dijo que la Virgen la esperaba en la capilla del recinto. Catalina se dirigió allí y se encontró con María, quien le dijo: “Dios quiere confiarte una misión. Tendrás que sufrir mucho, pero no tengas miedo”. Ante esas palabras, Catalina se arrodilló ante María y tocó sus rodillas. Luego, describió este encuentro como el momento más feliz de su vida.

Santa Catalina Labouré, la Virgen María y la creación de la Medalla Milagrosa

Apenas unos meses más tarde, el 27 de noviembre de 1830, la Virgen María se le apareció nuevamente a Catalina: esta vez, con un objetivo concreto.

“Haz acuñar una medalla según este modelo. Las gracias serán abundantes para las personas que la lleven con confianza”, fue el mensaje que recibió Catalina. La imagen que vio fue la misma que hoy se puede observar en el diseño de la Medalla Milagrosa.

El último encuentro entre Catalina Labouré y la Virgen María

La tercera aparición ocurrió al poco tiempo, y allí la Virgen le brindó su apoyo a Catalina en su misión de hacer realidad la medalla. Es que esta mujer fue investigada durante 2 años por las autoridades eclesiásticas con el fin de develar si lo que decía era digno de confianza o no.

Denunció que no la dejaron abordar un avión e hizo un desesperado pedido en las redes: “¡Todo porque soy gorda!”

Las primeras medallas se empezaron a distribuir hacia 1832, justo cuando una epidemia de cólera azotaba París. El hecho de que numerosas personas hayan sido curadas hizo que las mismas fuesen consideradas como milagrosas.

Catalina murió en 1876 y fue canonizada por el papa Pío XII en 1947.

La Parroquia Santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa expresa que llevar este símbolo que ella creó “con fe es, ante todo, disponibilidad para escuchar a Dios como María, dejarse guiar por el Espíritu Santo y estar más atentos al clamor de los pobres y necesitados”. Al mismo tiempo, sostiene que es “vivir en gracia de Dios y caminar por el mundo con el corazón puro y las manos limpias”.

 

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