La UD Las Palmas se impuso en el derbi canario al Tenerife (3-1) en un partido que dominó desde el principio y que fue cocinando a fuego lento, hasta encontrar a Pejiño para desequilibrarlo con dos golazos, uno en cada tiempo, y redondeó casi al final con un tanto del rumano Andone.
El choque no ofreció ninguna sorpresa desde el punto de vista táctico, con el guión esperado de dominio local ante un Tenerife que sobrevivió mientras no pasaban muchas cosas, pero que no supo reaccionar desde que se vio por detrás en el marcador.
Una pérdida de Carlos Ruiz ante Moleiro que después corrigió el central granadino fue el primer susto para el equipo blanquiazul, al que más tarde mantuvo en pie su guardameta Juan Soriano, con buenas paradas a disparos de Jonathan Viera y Pejiño.
El partido parecía anestesiado hasta que la Unión Deportiva hilvanó una gran jugada colectiva, en la que sus oponentes llegaban tarde a las sucesivas marcas, para que finalmente Loiodice pisara el balón hacia Pejiño, cuyo duro zurdazo cercano sí encontró esta vez la red.
Soriano volvió a salvar a los suyos al filo del descanso con otra intervención de reflejos ante Marc Cardona, en el peor momento anímico del conjunto de Ramis, que buscaba aire en el vestuario para cambiar su plan inicial, algo que no se le suele funcionar, como delatan los resultados cuando su rival marca primero.
El Tenerife estaba obligado a arriesgar en el segundo parte, pero no tuvo lo más importante para intentarlo: el balón. Tampoco tuvo posibilidad de transitar y, cuando preparaba cambios, Pejiño, en una brillante acción individual, rubricó su gran partido con un zurdazo lejano, ajustadísimo al palo, imposible para Soriano.
Sin ninguna capacidad de respuesta visitante, el partido parecía abocado a que Las Palmas agrandase la brecha en el marcador. Tiempo tuvo para ello, pero dejó la sensación de no querer arriesgar demasiado para aumentar la sangría.
El mal momento del Tenerife quedó reflejado en el último gol local, en el que Florin Andone, partiendo en desventaja, ganó la carrera al central Sergio González y acabó marcando por bajo.
En el tiempo de prolongación, el único disparo visitante entre los tres palos acabó en la red, entre dos de los jugadores incorporados durante la segunda parte, con buena jugada de Sam Shashoua y disparo seco de Mo Dauda; un buen gol, pero insuficiente para disimular sus carencias.