Lev Ivánovich Yashin tiene el honor de ser hasta ahora el único guardameta que ha recibido el Balón de Oro (1963), todo un privilegio que pone de relieve la magnitud de su legado. El soviético se convirtió en un referente bajo los palos al ser un adelantado a su época. Mandaba y no paraba de dar órdenes a sus defensas, no dudaba en salir del área para anticiparse a los delanteros y, además, firmaba paradas antológicas aprovechando su altura, su agilidad y sus reflejos. Debido a esas cualidades recibió el apodo de la ‘Araña Negra’. Muchos le consideran el mejor guardameta del siglo XX e incluso de la historia. También brilló en los Mundiales.
Yashin vivió cuatro Copas del Mundo a lo largo de su carrera, aunque no disputó ni un partido en su última participación, en 1970, donde acudió como suplente de la selección soviética, además de como entrenador asistente. En las tres citas anteriores fue protagonista con sus paradas. Curiosamente, con él bajo los palos la URSS nunca se despidió antes de los cuartos de final y su mejor resultado fue la cuarta posición en Inglaterra’66.
El portero moscovita se estrenó en el Mundial de Suecia’58, donde protagonizó una actuación memorable ante la selección brasileña de Pelé y Garrincha. La selección soviética perdió por 0-2, pero las paradas de Yashin evitaron una goleada.
DECISIVO
Cuatro años después volvió a ser decisivo, pese a sufrir dos conmociones cerebrales durante el torneo. Igual que en Suecia, la URSS volvió a caer en cuartos de final ante la anfitriona, Chile.
El portero vivió su mejor momento mundialista en 1966, donde su selección logró la cuarta plaza final después de volver a sentar cátedra en la portería. La selección soviética solo dobló la rodilla ante la RFA en semifinales y frente a Portugal en la final de consolación. Yashin solo se perdió dos partidos de la primera fase.
