Selección argentina: de las modificaciones de Scaloni para jugar con México a la situación de Lionel Messi, un enorme misterio

DOHA (Enviado especial).– Es demasiado temprano. Apenas comenzó el Mundial y la Argentina ya se encuentra en una encrucijada. Será triunfo y redención o derrota y eliminación. La tercera vía, la del empate, emerge como un boleto directo a la insania. Estiraría un sufrimiento que puede ser lapidario para un grupo que en su ánimo ya viene lo suficientemente castigado como para soportar una ampliación de la condena. Estos son los posibles escenarios que visitará el equipo de Lionel Scaloni esta tarde, desde las 16 (las 22 en Qatar), cuando se enfrente con México en la segunda fecha del Grupo C, en el estadio Lusail. Todos territorios desconocidos para la mayoría de sus futbolistas, lo que torna decisiva la respuesta espiritual del grupo.

La presencia del Tata Gerardo Martino, exentrenador de la selección, ahora en el banco mexicano, le agrega morbo a las horas decisivas de una espera ya de por sí muy compleja. Encima, el partido es el que se jugará en el último turno de la jornada, por lo que los jugadores tendrán todo el día para pensar en eso, para procesar lo que podría pasar con un resultado positivo o uno adverso.

Entrenamiento de la Seleccion Argentina. 25/11/22 (Aníbal Greco / Enviado Especial/)

Un triunfo devolvería al equipo a la carrera por la clasificación. Necesitaría otro más (ante Polonia el miércoles 30, y dependería de sí misma para lograr la clasificación. Una derrota lo dejaría eliminado sin vueltas. El empate… lo metería en un juego de combinaciones de resultados, puntos y diferencia de gol en el que nadie quiere entrar.

El clima espeso que se vivió el jueves, tras la difusión de algunos videos con enfrentamientos entre argentinos y mexicanos, no se repitió ayer. Hasta hubo un banderazo en Souq Waqif, una zona gastronómica en el centro de Doha, que a última hora se disolvió con serenidad. La mirada de los organismos de control estará puesta en los posibles focos de conflicto, dado que la venta de entradas no distinguió nacionalidades por sectores, sino que el público de ambas parcialidades estará mezclado en el inmenso e impactante estadio Lusail.

Entrenamiento de la selección argentina en el predio de la Universidad de Qatar en Doha (Aníbal Greco/)

El mayor desafío de la Argentina será mostrar que su rendimiento puede estar a la altura de la competencia. Para eso, Scaloni estará obligado a cambiar de nombres y reconoció que lo hará, pero aclaró que eso no modificará su estrategia. “Vamos a jugar como siempre, no me va a modificar las cosas un resultado”, prometió por la tarde en su visita al centro de prensa.

Los referentes del grupo tienen que mostrar una cara diferente. Emiliano Martínez, Cristian Romero, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul… Se los menciona desde hace un año y medio como el sostén emocional del equipo. Son los que imponen la personalidad y manejan los ritmos de juego. Los que hacen que desde el medio para atrás la consolidación defensiva le otorgue garantías al resto, para que luego, al tener la pelota, todo sea más natural y sencillo.

Contra Arabia Saudita no hicieron nada de eso. Las grietas comenzaron a crujir por allí y fueron resquebrajando la confianza de toda la estructura. Los sauditas sólo patearon dos veces al arco y la Argentina perdió 2 a 1.

Defensivamente lo más probable es que las bandas se refuercen. Si en el primer partido estuvieron Molina y Tagliafico, no sería raro pensar ahora en Montiel y Acuña. O alguno de los dos. Martino despliega su juego por las bandas y tener en esos sectores futbolistas con más vocación defensiva es algo que suena lógico.

Las combinaciones de Carlos Rodríguez (o Héctor Herrera) e Hirving Lozano, por un lado, más el despliegue de Luis Chávez y Alexis Vega, por el otro, serán circuitos a interrumpir para evitar correr peligros.

Messi y una derrota inesperada de la Argentina ante Arabia Saudita en el estadio Lusail de la ciudad de Doha (Ebrahim Noroozi/)

Todavía falta la gran pregunta. ¿Y Messi? Su situación es un enorme misterio. Por sus ausencias en algunos entrenamientos al llegar a Qatar, por su flojo segundo tiempo ante Arabia Saudita… La selección nacional no entrega partes sobre la condición física de sus jugadores. No se informó que tuviera algo especial, más allá de sugerirse que estaba cansado por la intensa temporada con PSG.

Scaloni se vio obligado a hablar de él durante la conferencia de prensa que impone la FIFA. “No sé de dónde salió que ayer no se entrenó. Creo que hay imágenes de que se entrenó bien. Está bien y más que nunca necesitamos de todos, de sus compañeros… Y seguramente vaya todo bien. A nivel físico y moral está bien, no hay ningún problema”.

Entrenamiento de la selección argentina en el predio de la Universidad de Qatar en Doha (Aníbal Greco/)

Una pequeña aclaración: la práctica a la que hacía referencia fue a puertas cerradas y las imágenes fueron difundidas por el propio equipo de prensa de la AFA. Con tan poca información, lo que suele ocurrir es que las versiones se disparan. Aunque Scaloni y el mismo Messi digan que se encuentra sano, hay quienes todavía no le creen…

Mucho por responder, mucho por cambiar. Poco margen de error, pocas seguridades. Bastante ansiedad, pero también esperanza de revertir la situación. Algo de temor, natural. ¿Quién no lo tendría? La selección llegó a Qatar 2022 como candidata, un derecho adquirido que le costó casi tres años de trabajo. Luego se equivocó un rato en el partido contra Arabia Saudita: lo perdió todo en cinco minutos. Reconstruir aquella consideración llevará muchos partidos. No se pueden saltear pasos. El primero empieza hoy.

 

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