LA PLATA.- El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se mostró al frente de la política de seguridad de la provincia de Buenos Aires. Rodeado de los alcaldes del Gran Buenos Aires respondió al reclamo de Cristina Fernández de Kircher.
La foto fue pre meditada al detalle: el gobernador rodeado de los intendentes con mayor poder territorial y junto al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak. Desde la Casa de Gobierno Kicillof respondió al mensaje de la vicepresidenta, una semana atrás en el Estadio Unico Diego Maradona, por más seguridad en este territorio.
El plan es bajar la re incidencia del delito, anunció Kicillof.
“Cuando Cristina decía hablemos en serio de seguridad es hablar de estas cosas: es hablar de construir alcaidías para sacar a los presos de las comisarias”, dijo Kicillof.
De este modo Kicillof buscó dejar en claro que está a cargo de la Seguridad, uno de los problemas más serios que tiene la provincia.
Pero no se mostró junto a su ministro del área Sergio Berni, criticado por la vicepresidenta y por los intendentes y acusado ante la justicia por la Coalición Cívica por presunto enriquecimiento ilícito.
Este funcionario sigue por ahora en su cargo pero el mandatario provincial lo mandó a hablar sólo en el interior del territorio, donde los reclamos de los alcaldes no son tan fuertes como en el conurbano.
Kicillof buscó un atajo para ser visto en control al frente de la Seguridad, sin pegarse a Berni. Este hombre controla a la Policía, por ahora, es el mensaje de Kicillof que en ningún momento nombró a su funcionario ausente.
Axel Kicillof en la Casa de Gobierno con el ministro de Justicia Julio Alak y la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza
“Cuando en las cárceles no se trabaja lo que sigue es la re incidencia. Nos hemos hecho cargo de terminar con las condiciones infrahumanas con las que se transita en nuestras cárceles. La re incidencia es parte del problema para combatir el delito”, dijo.
Recordó que cuando la policía se ocupa de cuidar presos en las comisarias se termina ocupando de algo que no se tiene que ocupar.
Kicillof informó que al asumir había 52.000 presos y 24.000 plazas. Una crisis humanitaria, aseguró el mandatario. Antes de hablar de política de seguridad o política criminal el mandatario anunció que su gobierno construirá 6.500 nuevas plazas, hasta abril. Y finalmente sumará 4 nuevas unidades penitenciarias y 15 alcaidías para sumar 12.000 nuevas plazas a largo plazo.
“Me tienen podrido con eso que nosotros soltamos presos. Podrido con las mentiras. Ya cansa, cansa”, se quejó el funcionario.
Prometió que su gobierno completará 15 alcaidías. Prometió un plan de infraestructura penitenciaria revolucionario.
“Nuestra obligación es intentar que baje la re incidencia. La más compleja es terminar con las condiciones infra humanas con que se transita en nuestras cárceles”, dijo.
“Esto no se trata solo de evitar condiciones infrahumanas. Para que aquel que está preso sea liberado no vuelva a cometer delitos. Es un tema se seguridad ciudadana”, enfatizó Kiciilof.
Asumimos con 46 por ciento de re incidencia, dijo. Esa es parte de la dificultad que tenemos para combatir el delito, expresó.
“Nuestras comisarias tienen celdas pensadas para una transición, para un plazo breve. Lo que ocurre es que los presos se quedan en las comisarias. Nos enteramos entonces de fugas, porque las condiciones de seguridad y vigilancia son imposibles”, dijo.
Los agentes de la provincia que hoy se dedican de algo que no debería hacer y que no está preparada para hacer los termina distrayendo de la seguridad ciudadana se van a dedicar a hacer lo que tienen que hacer”, razonó el mandatario.
Por eso cuando Cristina decía hablemos en serio de seguridad es hablar de estas cosas: es hablar de construir alcaidías para sacar a los presos de las comisarias. Lo que pasa es que la derecha no habla en serio porque eso implica invertir. Implica un Estado presente, destacó.
Quiero que se vea la envergadura y la importancia de lo que se está haciendo, reclamó.
Por último mandó un tiro por elevación a la Corte Suprema de Justicia que está a poco de dictar un fallo que favorecería a la Ciudad de Buenos Aires en una disputa por fondos coparticipables que quitó el Presidente Alberto Fernández para otorgar a este territorio.
“La provincia de Buenos Aires aporta el 40 por ciento de los recursos y recibe el 20. Pero después tenemos estas dificultades y lo sufren todos los intendentes. La provincia tiene que recibir lo que le corresponde por coparticipación. Pedimos lo que es justo, lo que tenemos que tener”, cerró. Lo aplaudieron los alcaldes de La Matanza, Fernando Espinoza; de Quilmes Mayra Mendoza; de Moreno Mariel Fernández y de Ezeiza, Gastón Granados. Este intendente, hijo del ex ministro de Seguridad Alejandro Granados a quien Alak reconoció en público, dijo: “Es un día importante para Ezeiza: con la construcción de una alcaidía vamos a poder vaciar las comisarías y así vamos a poder lograr que los agentes de policía salgan a la calle que es para lo que están”. En Tanto Juan Ustarroz de Mercedes opinó: “La ciudad tiene una cárcel de 1876, poder transformar esa cércel es un avance enorme. Es poder abordar la seguridad desde políticas públicas en todo sentido”.