“Te mando también fotos mías con Joaquín [Sabina], para que veas la mala relación que había entre nosotros”.
EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, recibe ese texto por WhatsApp de Esther Segarra, la manager del músico Pancho Varona. Lo dice de forma irónica, porque en las fotos que envía se le ve riendo y abrazada al cantante jienense.
Esther Segarra se ha convertido en la inesperada protagonista de la ruptura más mediática de este año. No es una ruptura sentimental, sino musical. La de su representado, el guitarrista y compositor Pancho Varona, y el cantante Joaquín Sabina. Un tándem que llevaba unido desde 1982. Después de 40 años (y 40 giras) juntos, 15 discos y 100 canciones compuestas en equipo, ese equipo se rompe. Lo anunció el propio Pancho Varona en su cuenta de Twitter el pasado 15 de noviembre con un texto que decía lo siguiente:
“Joaquín Sabina ha decidido contra todo pronóstico no contar conmigo en la próxima gira. Yo le quiero agradecer de todo corazón las 100 canciones que compusimos juntos, las 40 giras en las que lo acompañé y los 15 discos en los que fui su productor. Aunque no vaya a estar en esta gira, quiero deciros a todos los que lleváis 40 años acompañándome que siempre voy a estar en cada escenario junto a vosotros. Sintiéndolo mucho. Pancho Varona”.
Tras el shock inicial entre los incondicionales, las primeras reacciones. Dos artículos publicados en dos medios por periodistas culturales (uno de Víctor Lenore en Vozpópuli y uno de Juan Puchades en Efeeme) fueron los más consultados por los aficionados. En ellos, daban su versión de lo acontecido y ahondaban en la intrahistoria. Hablaban de una relación fría y distante entre el cantante de Úbeda y el guitarrista madrileño desde hace tiempo. De desencuentros en el terreno musical a causa de las diferentes bandas que interpretan el repertorio sabinero. De que Sabina ha tomado partido por el resto de la banda en detrimento de Varona. Pero también de Esther Segarra (Almería, 1986), que representa al guitarrista desde el año 2019, y que ha sido señalada como uno de los factores de la ruptura definitiva.
Varona no ha dado una entrevista dando su versión desde que anunció la ruptura. Segarra tampoco, aunque envió un texto respuesta al artículo de Vozpópuli. Atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en una conversación transoceánica. Empieza a hablar con nosotros en México (donde Pancho estaba de gira) y acaba ya en España, donde proseguirán su actividad profesional, lejos ya de la órbita Sabina. Y entre las fotos que nos envía, varias de ella con Sabina, insistiendo en que la relación que tenían con el cantante era buena.
-¿Cómo habéis recibido la noticia de que Sabina prescinde de Pancho Varona por primera vez para su gira, después de tantos años trabajando juntos?
-No deja de ser bastante sorprendente, pero es cierto que últimamente había rumores sobre lo que iba a pasar. Es chocante; en total han sido 40 años en los que Pancho nunca ha faltado a su cita. Y Joaquín siempre dijo que jamás se subiría a un escenario sin él. Para mí, como fan, también es triste esta separación.
-¿Cuáles creéis que han sido los motivos que le han llevado a tomar esta decisión? ¿Os ha llamado para comunicárosla?
-Desconocemos los motivos. Cuando Pancho recibió la noticia, creo que no hubo unos motivos claros que justificasen el despido. Fue un adiós yo diría sin justificación o sin explicación. O, al menos, esa fue la sensación que nos quedó. Recibió un mail con la noticia de que este año ya no formaría parte de la gira, nada más.
-En varias piezas que se han publicado tras la ruptura, se menciona que la relación entre ambos era casi inexistente desde hace 15 años, meramente profesional y muy fría.
-No recuerdo ningún momento frío entre ambos. Siempre que estábamos de gira, íbamos al camerino de Joaquín a saludarlo o a tomar algo con él y siempre eran risas, bromeaban entre ambos o conmigo. La relación según la recuerdo era de simpatía y cariño. Hemos comido en varias ocasiones con él en México y Argentina y también le hemos visitado en su hotel alguna vez. Hablaban de antiguos recuerdos Pancho y él, y me contaban anécdotas de sus viajes. Joaquín también nos ofreció su casa de Madrid para dormir en varias ocasiones. Además, recuerdo antes de la pandemia haber estado en su casa de Rota una noche con más amigos. Él nos leía a Pancho y a mí unos versos que había escrito a ver qué nos parecían. Lo pasamos bien esa noche.
Es chocante; en total han sido 40 años en los que Pancho nunca ha faltado a su cita. Y Joaquín siempre dijo que jamás se subiría a un escenario sin él”
-Esther Segarra, manager de Pancho Varona
-Se menciona también que otra de las claves del conflicto fue un desencuentro entre la banda ‘La Noche Sabinera’ y Pancho Varona, y que Joaquín los acabó apoyando a ellos en detrimento de Pancho en una lucha de poder en la banda. Le acusan de “autoproclamarse auténtico depositario de las esencias del grupo”.
-Ellos quisieron hacer un proyecto en solitario en el cuál creían que Pancho no tenía cabida y cambiaron de rumbo. Pancho continuó entonces con sus proyectos en solitario y con un nuevo grupo “La Banda del Pirata Cojo”. Porque él siempre quiso trabajar en banda. En todas las familias hay desencuentros y no hay que llevarlo a mayores. Los grupos se separan y hay cabida para todos. Respecto a las redes, nadie se autoproclamó nada. Ellos se hacen llamar “la auténtica banda sabinera”. Y Pancho tenía su “auténtica gira sabinera” que simplemente daba a entender que no era un tributo. Nadie estaba pretendiendo estar por encima de nadie. O así lo creemos nosotros. Cada uno empezó su nuevo proyecto con su nuevo nombre.
-Se te menciona como uno de los factores de la ruptura.
-No tengo tanto poder para influir en eso. Yo le llevo la agenda profesional a Pancho y le acompaño en todo lo posible, pero las giras con Joaquín siempre tienen prioridad ante cualquier agenda.
-Uno de los fragmentos que te nombra dice lo siguiente: “Todas estas tensiones hicieron que se rompiera la relación de Sabina y su grupo con Varona, que se marchó por su lado con la nueva mánager, Nira Morena [sobrenombre de Esther Segarra], cuya imposición fue uno de los motivos de la discordia”.
-No entiendo bien a qué se refiere con imposición. La agenda de Joaquín era la total prioridad de Pancho, siempre lo ha sido. De hecho, cuando contrataba conciertos para Pancho, avisaba de que si Joaquín le llamaba, el concierto debería ser pospuesto o cancelado. Cuando Pancho trabajaba con la antigua formación, la mánager de ellos dividía el calendario mensual de forma que la mitad del mes fuera para trabajar en banda y la otra mitad para que Pancho trabajase en solitario. Y ellos podrían seguir trabajando en sus proyectos en solitario o lo que estimasen oportuno.
-Entonces, el problema…
-El problema vino con la pandemia. Las fechas que la mánager de ellos me asignaba para cerrar conciertos para Pancho, las completaba cada mes. Llegamos a hacernos hasta dos conciertos por día algunas veces. Incluso en plena pandemia, quitando los tres meses de encierro, salíamos a trabajar haciendo conciertos privados. O a las comunidades autónomas en las que estuviera permitido. No tuvimos un parón. Pero siempre respetando las fechas asignadas. Ellos dejaron de trabajar bastante tiempo y cuando la mánager consiguió volver a trabajar con todos, parece que los ánimos ya estaban cambiados y ahí fue cuando decidieron abandonar el proyecto que tenían con Pancho.
-Otra pieza dice textualmente: “Una amiga de Pancho, sin experiencia en el sector, se hizo cargo de la contratación reemplazando a la manager anterior (…). Ahí se halla una de las razones, aunque parece que hubo más. Pancho y la nueva manager se fueron juntos, mientras que a Benditos Madlitos regresó la anterior.”
-Cuando yo entré a trabajar con Pancho, él no tenía mánager. Yo intenté ayudarlo a buscar algunas salas musicales y empezamos a coger carrerilla y cerrar muchos conciertos juntos. Ahí nos dimos cuenta de que hacíamos un buen equipo de trabajo y continuamos nuestra relación laboral. La banda que tenían anteriormente “Noche Sabinera” tenía su propia mánager. Así que nadie fue despedido o sustituido por nadie. La banda tenía una y Pancho para sus proyectos en solitario, me tenía a mi. Eran dos agendas diferentes.
-Otro personaje importante en esta historia es Antonia García de Diego, que es el tercero en discordia. El otro músico que ha trabajado codo con codo con Sabina y Varona durante todos estos años. Él ha hablado en Canal Extremadura sobre la decisión de Sabina y ha dicho: “Por lo que sea, ya no quiere tocar con él y ahora a Pancho lo que le interesa es hacer ruido. Pancho debería estar de rodillas delante de Joaquín dándole gracias”.
-Pancho no pretendió hacer ruido. Tenía derecho y casi obligación a informar de que ya no continuaría en la gira de Joaquín, agradeciendo a éste tantos años de trabajo juntos y tantas canciones a las que él tiene un inmenso cariño. Hay mucha gente que quiere a Pancho y constantemente le preguntaban que si estaría en la gira. ¿Acaso no tiene uno derecho a contar su situación actual en su red social? Si ese tuit hizo ruido, sería seguramente por que era algo bastante sorprendente e importante para la música. Pero cada uno puede ver y malinterpretar las cosas a su antojo. Creo que es feo e injusto decir que alguien tiene que arrodillarse. Pancho empezó a trabajar con Joaquín cuando este tocaba en La Mandrágora y aún no era conocido. Crecieron juntos y compartieron años de trabajo. Creo que hacían un buen equipo musical y eso quedará para la historia.
-¿Cómo afrontáis el futuro desde el binomio laboral Varona-Segarra, tras la decisión de Sabina?
-Nosotros seguimos de gira. Estamos recién llegados de México, país al que amamos y que visitamos al menos un par de veces al año. Hemos hecho una gira bastante intensa con Los Secretos la primera semana. Unos shows que hacemos conjuntos. Una mezcla de repertorios que hemos empezado también a hacer en España. Ahora al llegar a España continuamos con la agenda. No hemos tenido vacaciones en los 4 años que llevamos trabajando juntos. Cada semana es una vida nueva. Alternamos los conciertos de Pancho en solitario en teatros y salas con los ¡Pancho Va!, proyecto que empezamos en la pandemia y que consiste en hacer conciertos privados de Pancho, en los que cualquiera puede contratarle.
-¿De dónde salió esa idea?
-Surgió cuando las salas cerraron y que ahora, aunque ya hayamos vuelvo a la normalidad, Pancho no quiere abandonar ya que la gente nos dio mucho cariño cuando todo estaba parado y seguir con esto es una forma de devolver ese cariño. Y también giramos con La Banda del Pirata Cojo. Así que ya estamos trabajando en la agenda del próximo año con más novedades y una nueva gira que se llamará “Punto y seguido”, que es algo que aún no habíamos anunciado.