El Juzgado de lo Penal número siete de València ha condenado a seis meses de cárcel al dueño de un perro, de raza American Stanford, que fue encontrado abandonado a las puertas de un supermercado de Benicalap el pasado mes de abril en pésimas condiciones de salud, con síntomas claros de maltrato, anemia, deshidratación severa y distintas infecciones.
El acusado reconoció ayer los hechos en un juicio celebrado por conformidad y aceptó la pena solicitada por la Fiscalía de Medio Ambiente. La acusación particular, ejercida por la protectora Modepran, solicitaba un año de prisión por un delito de maltrato con lesiones graves con pérdida de miembro principal, ya que el animal se ha quedado ciego y necesita cuidados de por vida debido al grave estado en el que fue encontrado.
Fuentes de la protectora aseguran que se han visto obligados a conformarse con una pena tan baja, en comparación con las lesiones que presenta el perro, ante la ausencia de testigos que quisieran declarar contra el procesado por miedo. Según esgrimen estas fuentes, el hecho de haber judicializado el caso inmediatamente, sin que diera tiempo a la Fiscalía a poder realizar las gestiones pertinentes, impidió que se les pudiera garantizar ser testigos protegidos. A todo ello se suma que ayer la defensa del procesado acudió a la vista oral con un testigo que iba a declarar que el animal era suyo.
Finalmente el juzgado lo condena a seis meses de prisión y le impone la prohibición de tenencia de animales y de cualquier trabajo relacionado con los mismos durante un periodo de tres años. Mismo tiempo que se le ha dado para ir pagando de forma fraccionada los 1.800 euros de responsabilidad civil. La pena de cárcel se le suspende –al ser inferior a los dos años– a cambio de trabajos en beneficio de la comunidad y con la condición de que no delinca y pague regularmente todos los meses en estos tres años.