La serie de argumentos que tratan de dar credibilidad a la ocurrencia de que el hombre no llegó a la Luna el 20 de julio de 1969 son tan imaginativos como variopintos. Los amantes de las conspiraciones creen ver pruebas de sus teorías en cada detalle, desde observaciones físicas como el ondear de la bandera americana o las huellas dejadas por los astronautas, pasando por apreciaciones del movimiento de estos en los documentos de vídeo tomados durante las misiones, hasta plantear la hipótesis de que todo fue grabado en un plató de televisión; argumentos que, uno tras otro, refutamos en este artículo que publicamos como parte de una serie dedicada al 50 aniversario de la llegada del hombre a nuestro satélite. En esta ocasión, más allá de desdecir a los incrédulos que dudan de una de las mayores gestas logradas por el ser humano, os mostramos 5 pruebas irrefutables de la llegada del hombre a la Luna.
1. 1969. La carrera espacial.
Para hablar de la llegada del hombre a la Luna resulta imprescindible comprender el contexto histórico en que se produjo. Así, la década de los años 60 estuvo marcada por la llamada carrera espacial, en la que los Estados Unidos y la Unión Soviética se jugaban de cara al mundo su papel como la mayor potencia económica y militar del momento. Se trataba de dos modelos de sociedad contrapuestos que luchaban por demostrar su supremacía, la cual quedaría demostrada por aquella nación capaz de poner a seres humanos en la Luna y traerlos de vuelta a la Tierra. Pese a ser los soviéticos quienes llevaron la delantera durante la mayor parte de la llamada carrera espacial, pues fueron estos quienes enviaron el primer satélite al espacio, al primer primer astronauta y la primera nave a la Luna, la llegada del Apolo 11 supuso la victoria definitiva para los americanos. De este modo, también inmersos ambos países una guerra propagandística, en caso de nunca haber los estadounidenses llegado a la Luna, cabría esperar por parte de los soviéticos que hubieran denunciado públicamente la hazaña como un fraude, algo que nunca llegó a suceder.
2. Datación de rocas lunares
El hombre no ha viajado a la Luna solo una vez, si no en reiteradas ocasiones. De todas ellas se conservan muestras tomadas en las diversas misiones. Así por ejemplo, los astronautas de la misión Apolo 11 regresaron a la Tierra con cerca de 22 kilogramos de rocas lunares. De hecho, el total de material lunar transportado por la NASA durante las 6 misiones Apolo tripuladas que han llegado a la Luna asciende hasta los 382 kilogramos. Los argumentos contra estas pruebas pasan por afirmar que se trata de simples rocas terrestres, una afirmación fácil de desmentir mediante la simple datación de las rocas lunares, ya que debido a que la Luna dejo de ser geológicamente activa hace millones de año, cualquier roca traída de esta, por joven que sea, será mucho más antigua que la roca más antigua de nuestro planeta, tal como es el caso.
3. El proyecto Apolo en imágenes
Sobre todo cuando se trata de pruebas, una imagen vale más que mil palabras. Por tanto las más de 8.000 fotografías publicadas por la NASA de las misiones Apolo deberían suponer un alegato más que fiable de la llegada del hombre a la Luna. Aquí podrás encontrar todas las fotografías publicadas por la NASA, ordenadas además en una serie de álbumes por misión, de todas las misiones Apolo que viajaron al espacio.
4. Equipo científico instalado en la Luna
Las misiones Apolo de la NASA viajaron a la Luna con un programa científico que cumplir y una amplia gamas de pruebas que realizar. Para ello fue necesario una gran cantidad de equipo especializado que ha permanecido operando en la Luna durante años. Así, entre el equipo científico instalado en la superficie lunar durante las misiones Apolo se encuentran, por ejemplo, los sismógrafos lunares que llevaron las misiones Apolo 11,12,14, 15 y 16, algunos de los cuales transmitieron datos a la Tierra hasta el año 1977. Entre este equipo destacan también varios retroreflectores de rango láser, LRRR por sus siglas en inglés.
Estos objetos consistieron en una matriz de espejos instaladas en un panel que los astronautas colocaron en ángulo sobre la superficie de la Luna y apuntando hacia la Tierra con el fin de poder medir la distancia entre la Tierra y nuestro satélite a partir de un rayo láser instalado en un telescopio. En la actualidad se trata del único experimento desplegado por las misiones Apolo que todavía se puede realizar.
5. Pruebas proporcionadas por las nuevas misiones lunares
Las misiones de exploración lunar posteriores al Apolo han localizado y tomado imágenes de los artefactos del programa Apolo que quedan en la superficie de la Luna. Así, por ejemplo, las imágenes tomadas por la misión Lunar Reconnaissance Orbiter a partir de julio de 2009 muestran las seis etapas de descenso del Módulo Lunar Apolo, los experimentos científicos del Paquete de Experimentos de Superficie Lunar Apolo (ALSEP), los senderos descritos por los astronautas y las huellas de los neumáticos del rover lunar.